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martes, 17 de julio de 2018

Vivir en la Patagonia austral

El invierno es una estación que disfruto mucho. Hay frío sí, pero es un momento del año donde puede uno darse más tiempo para sí mismo. Introspección, esa misma que tantos temen, porque es más fácil andar por la vida criticando a los demás que hablando de tus propias luchas, batallas y sobretodo, victorias.

Uno elige qué compartir, es cierto, pero antes de poder entregar nada a los demás es necesario conocerse. ¿Qué tan bien me conozco? ¿qué tan bien te conoces? como dice un viejo rap "no me conozco ni yo mismo y te voy a conocer a ti."
Caminaba hoy por la ciudad, perdiéndome en vueltas o atajos que no siempre recorro. Los árboles de la avenida sin hojas, desnudos, dando un contraste en negro contra el cielo nublado. Según Internet la temperatura en estos momentos es de -2° C pero la sensación térmica debe ser de unos -7...
Dicen que el clima afecta a la gente. En este caso estamos con muchas horas de obscuridad y pocas de luz, pero no sé, tampoco he visto "mucha gente" sino tan sólo los de mi círculo más temprano.

Pensaba mientras caminaba por la tarde invernal en que quizá el clima puede no afectar necesariamente tu humor en el día mismo -he visto gente andar feliz de la vida bajo la lluvia y otr@s, maldecir el sol. Más sí creo que el clima puede llegarte en el largo plazo. Si vives en una sola de abundante sol, digamos todo el año, donde desde pequeño creces visitando playas, aprendes a nadar, te llevan a parques donde hay tanto calor que puedes andar en polera y shorts todo el día y noche. Donde al caer la tarde puedes juntarte con amigos a bajar unas heladas cervezas porque aún hay 30° allá afuera. Se pasa más tiempo afuera, en la naturaleza pero también compartiendo socialmente al calor.
En lugares como el norte de Rusia, países escandinavos o la misma Alaska, así como en la Patagonia, me gusta pensar que el frío reinante curte a las personas. No hay posibilidad de salir en polera y short a disfrutar al aire libre. Los panoramas tienden a ser igual de sociales pero más encerrados dentro de un hogar junto a una estufa. Se dice que las familias están más "obligadas" a compartir dentro del hogar, hay más vida de casa, se juega (o jugaba) a los naipes o, por supuesto, la caja idiota (tv).

Me encuentro de vacaciones. La ciudad se despierta en invierno, hay actividades para celebrarlo de hecho, por ejemplo el domingo pasado al medio día se realizó el popular "chapuzón del estrecho" (de Magallanes) donde 2.500 personas se bañaron masivamente en un sector de la playa. Obviamente con el resguardo de la municipalidad y armada, además de la condición de no estar más que una par de minutos debido al riesgo que implica sumergirse en aguas a 6 grados mientras fuera de ella la sensación térmica era de -1.
(Me entero además que también se realiza similar actividad en las aguas del Beagle, al sur de Ushuaia, por el lado chileno.)



 Este fin de semana se realiza en la ciudad el carnaval de invierno, ahí estarán también las calles repletas de personas y por supuesto habrá carros alegóricos y murgas.
Más que maldecir el frío parece que entonces lo que hacemos es hacerlo divertido.


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