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lunes, 5 de junio de 2023

La mudanza casi completa

 ¡Qué cansador es cambiarse de casa! sobre todo para alguien con un grado más o menos inicial del síndrome ese de los que acumulan cosillas "que algún día podrían servir..."

El viernes no me apuré mucho en empezar a empacar las cosas, quería disfrutar la "última noche" en esa casita, técnicamente la última en que dormiría ahí.

El sábado había quedado con el señor del camión (Porter) para que venga entre 14 y 15hrs. 

Me levanté tipo 10:00 en mi aún sin desarmar camita.

Algo de culpa por no haber adelantado trabajo, sí, pero creo que inconscientemente había ya decidido que no me iba a estresar por tener todo listo antes de esa hora, que haría lo que pueda por despejar bien el living para que podamos sacar la cama y dejar algo para terminar de trasladar el domingo, al fin y al cabo, encontré barato el precio que cobraba el señor y el servicio incluía también su mano de obra así que nada impedía contratarlo también para el día siguiente.

A todo esto, pongámonos en situación: un señor con familia toma su camión (la bencina/petróleo están altos), lo conduce a la casa del cliente un día sábado a las 15:00 hrs.  en este caso yo.)

Se baja para acarrear las pesadas partes de una cama de dos plazas con dos colchones, los dos veladores, un par de cajas y unas 6 bolsas gruesas de plástico, del tamaño "alta resistencia" (Heavy duty - que si no las ensucias son reusables, já)

Tras la casi media hora de carga, nos vamos al hogar de destino (a menos de 5 minutos manejando) y descargamos juntos. 

Me cobró $15 mil pesos chilenos. Y no pude evitar recordar la pasada sesión con la "facilitadora" de consulta online sobre mis Registros Akáshicos, que duró sólo una hora con ella en la comodidad de su hogar frente a un compu: $30 mil por la hora. Otro astrólogo me cobró $40 mil por interpretar profesionalmente mi carta natal, a distancia vía Meet.

Yo, ignorante de los costos de los fleteros me imaginaba unos $100 a $150 mil...

Apenas cerré la puerta tras pagarle y darnos un apretón de manos, confieso que me sentí abrumado: tantos bultos, maletas, bolsas y cajas llenas de cosas sumado al librero que me traje y los sillones de la casa.

Al menos había un pasillo por el que transitar entre tantas cosas, todo un poco kafkiano, já.

Hoy domingo la historia empezó a cambiar, sin embargo. De partida fui a la "antigua" casa para terminar de embalar ojalá todo lo que faltaba. Logré dejarla un 95% lista. Sólo falta asear todo y entregar las llaves a la dueña, que es la abuelita. 

Mi plan es mañana a la salida del trabajo en la tarde (18 hrs) ir a hacer eso. Luego, un amigo que tiene una mítica Chevrolet C-10 funcionando a petróleo me ayudará con las últimas bolsas y bultos para despedirme de esa casita para siempre.

Es bueno decir que no la extrañaré, esta es el doble de grande y no se humedecen las paredes. Sólo me queda un poco más lejos del colegio (7 mins. extra a pie. app)

Como siempre, tras mucho estrés el día asoleado es más potente.



"¿Qué hago en Manila?" (1983) - Virus






4 comentarios:

  1. Los 14 minutos de caminata, podrían ser un excelente ejercicio cada día... 🙃

    (Al señor del flete hay que cuidarlo, ya no quedan personas así...)

    Un fuerte abrazo. 🙂
    ¡Me alegro que todo resultara bien!


    (P. S. No te sientas obligado a devolver el comentario)

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  2. Ya te queda menos para tu nuevo hogar! Animo...es de las cosas más estresantes mudarse.
    Un abrazo.

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  3. Te cobraron muy barato amigo Nocturno. Esas cifras no se ven en la capital y, ahora a comenzar a darle vida a la nueva casa.
    Abrazos

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  4. Así que ya estás en la nueva casa. Imagino que la abuelita se quedó triste, aunque yo no estabas en su casa, verdad? Sólo por la humedad de las paredes has ganado.
    Un abrazo.

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