Adoré hospedarme en una hostal donde por la noche salía al balcón y tenía las olas del océano Pacífico al frente, con ese constante rugir de olas me quedé dormido y también desperté, estuvo siempre ahí, refrescante... la única diferencia fue que por las mañanas y durante el día había gente bañándose y por la noche no.
Que aunque andes en una vibra positiva, relajada, de vacaciones te toparás con gente enojada y con ganas de provocar conflicto.
Que veo arte a mi alrededor y siento la motivación por crear más arte también.
Que, en general, la gente -sobretodo en las playas- anda de buen humor.
Que subí algunos kilos de peso y hubo gente que lo ha notado.
Que la gente que está pasando por necesidades económicas fuertes no son necesariamente delincuentes que te asaltarán en un balneario: te prepararán sopaipillas, empandas, tajadas de pizza o hasta "hot dogs."
Que incluso si cometes un error y reservas hostal en un barrio "peligroso" puedes darte tiempo de disfrutar tu entorno y recordar que la vida es a cada instante y que estás donde debes estar.
Se come y se bebe cosas exóticas, si quieres...
Que las vacaciones son generosas conmigo.
Me ha encantado leerte! Se puede imaginar el paisaje que describes,y las sensaciones.
ResponderBorrarUn abrazo!
Buen punteo de lo aprendido.
ResponderBorrarHay algunas de cal y otras de arena, pero noto un balance totalmente positivo. Lo que parece ser malo lo matizas con una onda positiva, tratas de buscarle la vuelta.
A trotar para bajar esos kilitos de más... o a disfrutar amigo!
Abrazo y salud!
Vacaciones para sacarse todo lo toxico acumulado y has hecho un balance muy positivo, un abrazo desde Chile!
ResponderBorrarSi has aprendido todas esas cosas, es que han merecido la pena. Como comentas en tu entrada anterior, viajar abre la mente. supongo que estás en la recta final antes de empezar a trabajar de nuevo. Disfrútalo mucho.
ResponderBorrarUn abrazo.