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martes, 30 de diciembre de 2025

Oficialmente de vacaciones

 Tras esperar, lo confieso, algunos meses que pasen más rápido de lo normal llega por fin hoy el día en el que pude firmar el inicio de mis vacaciones legales de verano.

Un año que fue el más difícil en el colegio desde que me uní en 2019. Principalmente por los graves incumplimientos de nuestro empleador, la fundación que administra todo y que tras algunas irregularidades arrastradas de la gestión del sostenedor anterior y que dejó el cargo el año pasado nos tuvo en mayo con la decisión de iniciar un paro. El no pago del sueldo, el anuncio de que se vendría un pago parcelado en dos cuotas y el no pago de las cotizaciones previsionales obligatorias, entre otros, gatillaron que como sindicato adoptáramos esta medida de fuerza.

Como afortunadamente los problemas se solucionaron, igual tuvimos que prolongar el año escolar para recuperar los días en que no hubo clases, pero que nos pagaron de todas maneras, ahora en diciembre y así es como en vez de haber salido de vacaciones el 12, estuvimos hasta hoy, 30 de diciembre.

Igual hay que rescatar que los administradores que viven en la ciudad principal y no en esta isla, tuvieron misericordia con nuestras medidas de presión porque supuestamente por ley podrían habernos descontado los días no trabajados o haber impuesto otras sanciones legales. Aunque aquello hubiera sido cruel, si al fin y al cabo paralizamos porque no nos estaban pagando los sueldos y la situación en ese tiempo no se preveía bien tampoco.

Así pasamos el invierno con su nevada, las heladas de julio y otras situaciones diversas que se dieron ya a nivel más personal.

Desde que ejerzo esta profesión en 2001 que siempre he disfrutado mi trabajo y siempre llegaba a diciembre con serenidad, sin esperar que lleguen rápido las vacaciones, sólo me concentraba en terminar lo que había que terminar, los típicos documentos de fin de año: documento con notas y promedios finales, cierre de actas y otro papeleo burocrático, las decoraciones navideñas de la sala, las veladas, licenciaturas, paseos y premiaciones varias. Sin embargo, por primera vez en mi carrera me encontré deseando que llegue rápido este día. Lo anhelaba, lo pensaba, lo soñaba y aun así parecía tan lejano porque mientras más quieres que llegue algo, más parece tardarse...

Y hoy por fin tras el último compartir con mis colegas en la sala de profesores, el último aseo, ordenar las cosas que quedarán y llevarnos lo que hay que llevarse a la casa tuvimos una última reunión de todos los funcionarios donde el reemplazante temporal de la directora (que se acogió a jubilación hace pocos días) nos dio las informaciones finales respecto a cuándo volvemos a trabajar el próximo año (2 de marzo!) y los cambios que se vienen (por ejemplo que el colegio contrató un nuevo software para la gestión del año escolar, pasamos de Lirmi a Appoderado. Que son fundamentales para nuestra labora al permitir ingresar las calificaciones, anotaciones en hoja de vida de estudiante, mensajería, planificación de clases, entre muchas otras funciones que las familias pueden ver en tiempo real al descargarse la correspondiente app.

Aproximadamente a las 4:30pm ya salía del colegio bajo un nublado, pero cálido día que anunciaba rachas de viento fuertes y que obligaron a suspender los cruces del ferry al continente dejando a no poca gente con problemas porque muchos tienen combinación con vuelos a otros destinos del país.

También será mi caso la otra semana, pero no quise arriesgarme a comprar boleto para el mismo día que tengo mi vuelo porque estas suspensiones por malas condiciones climáticas son normales. Pasaré dos noches en la ciudad regional y de ahí tomo avión a Santiago de Chile para disfrutar del calorcito, compras y paseos varios además de ver amistades de años que tengo por allá. Obviamente estaré tomando fotitos.

Ah, y el año nuevo lo pasaré solo porque, en primer lugar, iba a ser un poco costoso irme ahora a ver a mi papá y hermanos y tener que volver a los dos días, para estar tres días acá y volver a tomar otro barco. Y, en segundo lugar, porque es arriesgado, de partida no iba a poder cruzar con este tema del mal clima y al retrasar mi regreso a la isla ponía en riesgo mi vuelo en avión, que por cierto compré por allá por octubre y que al intentar comprar ahora sube abusivamente de precio porque las aerolíneas saben que quien compra a última hora está desesperado y pagará lo que pidan, así es como ese vuelo que me costó 60 mil pesos, ahora estaba a 200 mil y más...

Y tal vez podría agregar que también influye en el hecho de que no será el primer año nuevo que pase solo, tal como pasé solo el 24 de diciembre (mi cumpleaños.) Al final del día, estas fechas tan especiales para el mundo cristiano no dejan de ser arbitrariedades... un día como cualquier otro, me gusta decir.

La soledad no es para cualquiera, pero nos llevamos bien, sobre todo mientras haya Internet y un computador a mi alcance.

Esta será probablemente la última entrada de este saliente 2026.


"So, Central Rain" (1984) - REM




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