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sábado, 8 de abril de 2017

Lo que el profesor hace

Cuando estaba en mis años escolares básicos y de adolescencia nunca recuerdo que me haya interesado la cuestión. Fue en la universidad donde pensaba en qué hacen los maestros mientras sentados en sus escritorios esperan que resolvamos algún ejercicio que tomará digamos más de 10 minutos.
Obviamente dejando de lado la ocasional caminata por la sala para atender dudas, supervisar trabajo o presionar a algunos distraídos a trabajar, (y que algun@s maestros que tuve nunca abandonaban su silla tampoco) recuerdo haber visto distintos casos para "matar" esos tiempos muertos.

Había uno que miraba películas en el computador que tenía el laboratorio. Se ponía audífonos así que no escuchábamos, pero si uno se acercaba a consultarle algo le ponía pausa y nos atendía como si nada. Parece que generalmente eran comedias porque siempre se reía. Recuerdo alguna vez que incluso nos llamó para que viéramos cierta escena que le parecía interesante (por ejemplo la del discurso antes de una batalla de William Wallace en "Corazón Valiente").

La de filosofía no hacía nada mientras esperaba que leyéramos algo, literalmente nada. Recordemos que en ese año los teléfonos celulares no eran lo que es hoy y a pesar de que en 1996 hasta yo tenía un "ladrillo" como que nadie lo usaba en clases y es que realmente servían sólo para llamadas -que eran caras- o con suerte mensajes de texto, otros tiempos.
Ella sólo miraba al horizonte. Estaba disponible para consultas, claro, pero nunca se levantaba de su silla. Quizá meditaba. Con los años salió electa Concejal por la región, já.

Había otra, de fonética inglesa, que por el contrario, jamás podía estarse quieta! Creo que me identifico un poco más ahí. Ella andaba caminando por la sala asegurándose que trabajáramos o entendiéramos las cosas. Era estricta pero joven y amigable; recuerdo haber aprendido mucho en su asignatura. Eso sí tenía un detalle: en no pocas ocasiones le sonó el móvil en clases y salía a contestar y por las conversaciones que escuchábamos a veces desde el pasillo deducíamos que se estaba peleando con algún novio. Luego entraba roja a la sala. Ariana de tomo y lomo.

El de sociología se traía el periódico y lo abría mientras trabajábamos para informarse...
Tenía otro que me costaba entender cómo lo hacía pero mientras trabajábamos sólo se quedaba sentado a veces echándose para atrás mirando por la ventana. Sólo permanecía así y algunas veces casi como que dormitaba pero rápidamente volvía a la clase. Hoy en día es jefe de algún departamento de algún colegio particular...


¿Y qué hago yo hoy en día?
Justamente esta mañana mientras trabajaban mis alumnos en un ejercicio de "there is / there are" tomé consciencia de lo que estaba haciendo, de hecho ahí se me vino la idea para este post...

Bien debo decir que si no hago algo mientras los espero francamente me aburro. Así que si es un grupo numeroso me levanto a caminar por si hay consultas. He descubierto que siempre las hay! no sé si no vienen a mí por timidez (por parecer que es "tonto" por lo que va a preguntar), o por comodidad y que saben que siempre termino yo levantándome o no sé.

Si es una clase pequeña (tengo una por ejemplo de 8 estudiantes) no me levanto porque ellos me consultan directamente desde sus puestos.

Hoy estuve corrigiendo unas pruebas, generalmente hago eso. Otras veces abro mi compu y hago algo que necesite o que simplemente me de la gana. Por ejemplo en mi clase de las 14:30 estaban bastante conversadores (probablemente activados tras haber almorzado) así que para alejarme un poco del bullicio abrí el Word en el compu y me puse a avanzar con ideas de microcuentos para el concurso en el que participaré. Me salió uno que me gustó y creo listo para enviar y otros dos que no me dejaron satisfecho y que estaré perfeccionando.

Por cierto, no puedo compartir nada de esos cuentos aún aquí porque las bases establecen que debe ser inédito, y no publicado en Internet ni de ninguna forma...
Ya envié uno pero como el límite es 5, quiero aprovechar dichos cupos en su totalidad.

Otras veces, con clases menos ruidosas pongo música de fondo en el compu, generalmente es algo de bajo perfil que no distraiga pero que a la vez sirva para ayudarlos a soltarse (cosas como el jazz de Pat Metheny o bossa nova).
Por ejemplo en ejercicios donde deben practicar diálogos en parejas y les da vergüenza comenzar porque como la clase está silenciosa todos los escucharán. Al ponerles música de fondo ya pueden "camuflar" un poco sus voces y se largan en confianza.

A veces me he llevado algún libro para avanzar mientras trabajan.
Otras veces garabateo detalles en alguna hoja acerca de la clase que tendré más tarde, ideas, ejercicios etc.
Obviamente también si puedo reviso mi WhatsApp para responder o mi correo (o incluso Facebook!) eso sólo lo hago desde el celu, no me gusta en el compu.

Finalmente, cuando debo tomar una evaluación no hay tiempo para nada que no sea estar 100% concentrado en vigilarlos y pasearme como policía por la sala, já.

¿Recuerdas anécdotas de lo que hacían tus maestros/profes mientras los esperaban a que trabajen los alumnos?







2 comentarios:

  1. yo fui alumna en una epoca que no habia computadoras portatiles ni se usaban telefonos en el aula: ni me fijaba que hacian los profesores!.
    (para mi, nos vigilaban, nomas)
    Fui profesora hace nada ¡¡¡¡de estudiantes para policias!!!!no podian usar celular, y el aula era minima y opresiva (un trailer) Iba circulando por los grupos.
    Un poco antes tambien fui profesora ...y tambien vigilaba que todos estuvieran haciendo la tarea.y me sentaba por ahi como observadora pasiva en algun grupo Vodka vigilante, jajajajja Ahora doy clases a grupos chicos de mujeres sobre todo, todas sentadas alrededor de una mesa. Si las dejo trabajar solas, voy al pasillo y miro mi celular, que como es una poronga, nunca me trae lo que recién ingresó.

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  2. Ah bueno, fui engañado todo el secundario. Yo creí que solo se dedicaban a corregir exámenes de otros niños, de otros cursos.
    Igual recuerdo que uno de mis profesores se ponía a dibujar (y eso que era profe de lengua y literatura). Había una vieja que hacía crucigramas, me la hiciste recordar.
    Y ya que estamos entre amigos, me hiciste acordar que ya en los últimos años de secundario teníamos una profesora que andaba muy bien de escote y buscábamos cualquier excusa para ir a preguntarle algo cuando estaba sentada (casi siempre era cuando estabamos con exámenes), solo para tener mejor perspectiva del asunto. Yo era medio cagón, y pocas veces me animaba, pero me reía mucho con los descarados sátrapas que tuve de compañeros. La próxima que me junte con ellos les voy a recordar esto.

    Abrazo!

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