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viernes, 23 de septiembre de 2016

Hoy fui a cortarme el cabello

Fue un día tranquilo.
Mi cabello estaba ya largo y con el viento que siempre hay aquí me tapaba la vista y además me hacía llegar a clases con un enredo en la cabeza já. Y bueno, no me gusta largo atrás, choca con todo lo que te pongas que tenga cuello.

Y eso que soy medio tradicional con mis cortes, pero estuvo bien.
Mi peluquera vive a menos de un minuto de mi casa caminando, en la misma cuadra. Es una suerte, además cobra barato.
La señora me había dado hora para hoy entre 19 y 20. Todo bien, llegué y no había nadie más.

Apenas entré noté el exquisito aroma que había en el ambiente, era olor a perfume, de mujer y no era de mi peluquera.
Ella me contó que recién se había ido una clienta.

Pensé en esa clienta anónima, que vino no sólo perfumada sino además a trabajar su cabello.
Más, llegué tarde.


Pero no tarde para mi corte de cabello.
La peluquera procedió a proteger mis ropas con los delantales de costumbre,
me preguntó si aún viví a ahí mismo. No me ha visto ultimamente por la calle, pensé.
Pero no, me enteré que hace sólo unas 3 semanas fue operada, algo serio.
De hecho me explicaba que estaba atendiendo poca gente por recomendación del doctor, para no hacer fuerzas ni actividad física. Me sentí privilegiado, de hecho hizo un excelente trabajo.

Luego un poco de noticias del barrio, que hubo un incendio cerca, que el super, etc.
Tras esos 5 minutos iniciales se concentró en el trabajo. Y yo en mis pensamientos, con la cabeza baja para que ella trabaje mejor mi nuca -punto de especial interés mío en cortar...

Siguió el corte, la radio sintonizada en éxitos románticos de los años 60's y 70's, nada mal.
El tiempo pasó volando, mucho cabello en el suelo, bromeamos con la imposibilidad de "reciclar" eso. Tras pagar el módico precio me despedí.
Salí sintiendo frío en mi cabeza, 
pero a la vez disfrutando el sentirme más liviano.




2 comentarios:

  1. Que curioso como a partir del corte del pelo te surgió algo para contar.
    Saludos.

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  2. Qué buena crónica sobre un hecho simple. Se pueden desprender numerosas historias a partir de esta que nos contás. Como por ejemplo, desarrollar lo de la clienta anterior y su perfume.

    Buen tema de virus para ilustrar el relato.
    Abrazo!

    PD: qué suerte tienen los que aún el pelo les tapa la visión y pueden ir a la peluquería jajajaj

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