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jueves, 30 de agosto de 2018

Crónicas del chileno que combatió en Vietnam

Era difícil estar en una guerra que no ocasioné y en la que podría morir,
pero por esas cosas de la rueda de la fortuna llegué ahí dentro de una de las divisiones de segunda oleada, los que estábamos cabreados porque habíamos visto morir a todos los de la 1era. Había rabia.

Nos llegaban ocasionalmente cartas, sí de esas de papel de arroz.
Pero eran de funcionarios del gobierno. Las familias que dejamos atrás (y no tan atrás) estaban más preocupadas de mantener la comida para les niñes. ;-)

La cosa es que cuando llegamos nos hicieron mierda.

Cuando vimos a los de la 3ra bandada les avisamos que la cosa andaría bien.
Nos fuimos a la iluminada Saigón,

y nos embriagamos en un concierto de poesía en un idioma que
tampoco entendía.




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4 comentarios:

  1. Toda guerra es injustificada, y leyéndote quizás pude ver algo bonito, aunque sea la música.
    Un abrazo!

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    Respuestas
    1. Muchas gracias, yo creo que lo bonito ya está dentro de ti, un abrazo!

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  2. Ahora entiendo por qué Ud. don Nocturno no ha quedado muy bien de la cabeza, porqué pierde la noción del tiempo y espacio.

    Lo felicito, me ha transportado a otra realidad

    Abrazo!

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