lo sabía jugar,
lo jugaba día tras día,
desde que tuvo conciencia.
Era bueno en el juego, pucha que era bueno,
sí, era bueno.
Y de tan alta que es la montaña se hace puntiaguda y arriba se encuentra a veces solo.
Todos los reyes caen.
Sin excepción.
Incluso aquellas deidades que nosotros mismos subimos gentilmente donde no era necesario.
Y nada malo con errar, de aquello se aprende,
Y aprendiendo estamos todos.
Hace tiempo que no te estoy leyendo. Y hoy está bien para volver a leerte. Interesante lo que planteas. Y puede ser que no sea necesariamente malo.
ResponderBorrarPor lo poco que sé de inglés, esa canción es acorde con lo que planteas.
Saludos.
Sabias palabras. Buena canción!
ResponderBorrarAbrazo