Era difícil estar en una guerra que no ocasioné y en la que podría morir,
pero por esas cosas de la rueda de la fortuna llegué ahí dentro de una de las divisiones de segunda oleada, los que estábamos cabreados porque habíamos visto morir a todos los de la 1era. Había rabia.
Nos llegaban ocasionalmente cartas, sí de esas de papel de arroz.
Pero eran de funcionarios del gobierno. Las familias que dejamos atrás (y no tan atrás) estaban más preocupadas de mantener la comida para les niñes. ;-)
La cosa es que cuando llegamos nos hicieron mierda.
Cuando vimos a los de la 3ra bandada les avisamos que la cosa andaría bien.
Nos fuimos a la iluminada Saigón,
y nos embriagamos en un concierto de poesía en un idioma que
tampoco entendía.
Antes de entrar a la clase de las 19 hrs. decidí perderme en una galería poco concurrida de la ciudad.
Tiene dos pisos y amplios ventanales en el techo por los que se cuela la luz. Hay todo tipo de tiendas y un par de "quioscos" en la zona central. No es grande, tal vez menos de 100 metros de largo y unos 20 de ancho. Su esplendor lo vivió en los 90's, 2.000 tempranos y quizá 80's.
Comparado a la última vez que entré se sentía un poco más viva, me atrajo un negocio pequeño de cosillas chinas pero comestibles. Igual había ítems raros, jé, no sé, snack de calamar seco, tipos de pescados crujientes extraños con sabor picante, algas crujientes como quien vende unas papas fritas Lays, que dicho de paso también había pero con todo el envase en Chino.
Compré un par de galletas de la fortuna y una especie de Minestrone en balde, onda sopas Maruchan, de un sabor y marca exóticos.
Divertido es que por ejemplo en la zona franca encuentras productos chinos pero vienen adaptados a la normativa legal chilena que me han contado es bastante kafk... burocrática... es decir, exhiben los nombres del producto en castellano, hay un sticker o pegatina de papel blanco que muestra la "tabla nutricional - o Nutrition Facts" con las conversiones a lo que aquí se considera apto para la venta, etc.
Y por supuesto los típicos sellos negros que señalan a qué atenerte con lo que compras en este país.
Una sopa chilena a modo de ejmplo:
Igual esa ley es nueva, no lleva más de 5 años y se diseñó bajo el argumento de que si el alcohol y los cigarros deben recordarte en la etiqueta que su consumo es nocivo para la salud, ¿no debería la comida alta en sodio, azúcares, grasas saturadas o calorías advertírtelo también su empaque?
Así que no importa lo fino que sean los chocolates suizos que llegan a estas latitud, se gana los sellos igual.
Pero como decía, en este localcillo de comidas raras chinas las potas esas de fideos ramen no tienen traducción ni sello ni nutrition facts :( ni siquiera la fecha de vencimiento. Já.
Lo mejor de todo, y muy apropiadamente, fue lo que me salió en mi galleta de la fortuna:
Palcohol,
un producto que salió por ahí por el 2014 y que no es otra cosa que alcohol en polvo. Lo mezclas con agua fría y tienes un vodka, por ejemplo.
Se aprobó su venta por organismos sanitarios legales en EE.UU. pero también se le pusieron trabas raras... al menos en Chile que yo sepa no se consigue. Al día de hoy muy censurado por gúgle, why?.
Ese polvo es más barato que la botella con el licor y mezclado con agua da diferentes sabores (Ron, Vodka, etc.), además es legal. Supongo debe haber alguna que otra empresa que se opone que a eso se haga muy popular, como los autos eléctricos ¡por ejemplo!
Vivo en una pequeña ciudad (170 mil habs. app.) en la Patagonia lado chileno por lo tanto mi referencia no es necesariamente válida para otras ciudades, sobretodo más grandes, allá se dan distintos parámetros supongo, me ayudaría saber en los comentarios cómo es en tu caso.
Analizaré desde 3 perspectivas:
Disponibilidad:
Necesitas llegar a un lugar, y pronto. Hasta estarías dispuesto a pagar más por eso.
Uber va más rápido a tu casa y además, sabes cuánto se demorará: la app. te lo muestra en tiempo real y aunque tu Internet sea mala, puedes siempre comunicarte con choferes para saber dónde están.
En lo que es taxis, opino que es una ruleta: ha habido ocasiones donde se me informa que el móvil va en camino y llega a la media hora...
Punto para Uber.
Precios:
Sería óptimo que estuvieran empatados, pero no. Aquí en mi ciudad un viaje que en taxi me sale 2 mil, con Uber pago $1 mil 600; siempre y cuando haya buen clima, porque si nieva o se pone feo, te cobra casi tres veces el valor de una tarde sin mucha demanda (mal clima= más muajaja).
Y así es como en tramos donde el taxi me saldría $3 mil 600 pesos, con Uber he tenido que pagar
$9 mil.
El Uber aparecía más rápido y como necesitaba llegar puntual a mi trabajo, prioricé el alto costo por sobre el más económico taxi porque ellos tenían demoras de más de 45 minutos o derechamente te decían que no tenían nada disponible.
Si no andas con mucha prisa y quieres ahorrar plata, definitivamente el radio taxi.
Uber cobra demasiado por trabajar en climas adversos, tan típicos en esta austral latitud por lo demás.
Punto para Taxis.
Comodidad:
Entendida como que te da lo mismo llegar o no la hora y te da lo mismo el precio, sólo llamaste lo primero que encontraste o se te ocurrió.
Creo que Uber maneja mucho mejor la experiencia del pasajero, observando preocupación en aseo, música suave, conversación si hace falta yen general se nota una extra atención a detalles.
Punto a Uber.
Resumiendo,
Estoy seguro quedan muchos otros parámetros para medir y comparar, como seguridad, habilidad de manejo y respeto por las señaléticas/semáforos del chofer, entre tantas más, cada quien debería formarse su opinión ya que a veces me parece la prensa -sospechosamente- nos está tirando mucho el mensaje de que "hay que elegir un bando en esta lucha: o taxis o Uber", cuando perfectamente podrían dejar a ambos en paz y cubrir noticias que sí generen algo, digamos, constructivo.
La vida es noble sólo si os casáis, si procreáis, si aseáis vuestros cuidados cuerpos y observáis una buena alimentación, responsabilidad, generar ganacias para sostenerse a sí mismE y el hogar, o familiares a cargo, también ayuda la natación, el running -que ojalá se certifique vía aplicaciones o Facebook; yoga no puede hacer mal tapoco, y ojalá seáis poco contaminante. Tras escuchar eso corrieron las ovejas a vivir la vida modelo. La que sin duda FUE modelo: larga, pacífica, de cuerpo hermoso y duradera. Inevitablemente aburrida bajo el abundante sol de invierno.
Hoy visité a un buen amigo que tiene un hijito menor de 2 años.
Aún no hilvana frases ni ha aprendido del todo a hablar pero se esfuerza y trata de darse a entender -lo logra.
Es fanático de la película "Cars" y se la ha visto muchas veces.
Como mi amigo instaló una hamaca en su living, el peque aprendió a pedir que lo suban y se mece y relaja.
Me recordó unas guapas lecciones de vida en esta noche también:
Si hay que reír, se ríe.
Si hay que llorar, a llorar.
Si se puede ayudar, se ayuda (eso lo aprendió de madre y padre creo)
Si hay que bailar
al ritmo de la música,
pues, ¡a bailar!
Siempre debería ser un motivo para celebrar el hecho de que estamos vivos
y tenemos 2 piernas para,
al menos, bailar. Ha sido un buen día.
Bueno no había escrito pero me duele cada noche que no lo hago.
Contaré además un secretillo: a veces abro Blogger, "crear entrada nueva".
No pasa nada.
¿Algo de música que ayude a la inspiración?
No,
nada,
cerrar Blogger.
Pero igual el fin de semana fue especial.
Y bueno mañana retorno al ritmo frenético del laburo porque en la universidad terminó la toma feminista. Se aprobó todo el petitorio, se logró todo. Ahora por reglamento se aceptará que se hable de "todes" y tendremos que capacitarnos en lenguaje inclusivo -géneros- y se creó un manual para tratar casos de acoso y abuso de poder. Todo bien, pero fueron 2 largos meses de toma y no actividad lo que se tradujo en no pago, no guita. Mal, pero todo sea porque las chicas puedan estudiar tranquilas y seguras.
En la academia sigo teniendo clases de lunes a jueves en horario vespertino, interesantes cursos.
Las finanzas andan mal, renuncié a uno de mis trabajos. Muy a mi pesar sólo porque me queda demasiado lejos, de hecho debo o tomar dos colectivos o irme en taxi pagando mucho dinero. Además tenía sólo 9 horas y bueno, hubo algunos problemas graves con mi empleador que significaron que nos robaron plata destinada a nuestra jubilación. Lamentablemente quienes vivimos en Chile estamos obligados a entregar una porción de nuestro salario para unas empresas llamadas AFP que mueven esos billones, especulan, etc. y toda pérdida la traspasan a uno, pero las millonarias ganancias quedan para ellas. Son pocas pero operan con inmenso poder, tanto, que fueron creadas en los años de Pinochet y absolutamente ningún gobierno posterior (desde 1990) las ha erradicado... Pero bueno, al mal tiempo buena cara, hay que hacer algo al respecto. En eso me enteré de un concurso de cuentos acerca de tu trabajo. Lo organiza la dirección nacional del trabajo y los premios están buenos, si llego a ganar puedo pagar fácil el arriendo durante tres meses :-) Se podía enviar hasta un máximo de 3 cuentos de no más de 10 carillas y yo envié tres. Deseadme suerte. Releí mi anterior post y noté que me comí algunas palabras y en otros párrafos cometí redundancias horribles. Pido disculpas a quien lo haya leído, a veces mi mente va tan rápido que ignoro lo que escribí una línea atrás y largo ideas con palabras repetidas, que ya repetí ja jajaja. Llega el viernes. Hoy no debo trabajar porque la universidad sigue en toma feminista (estudiantes mujeres denunciaron sendos casos de acoso y abuso y se tomaron las facultades). El rector no ha tenido otra alternativa que aceptar todo el petitorio para cambios que a mi parecer eran necesarios y ayudarán. Sólo lamento que con lo que va de la movilización, casi 2 meses ya, me quedo sin sueldo y lo que ahí ganaba digamos paga mi arriendo, un cierto crédito bancario, la mensualidad de la tarjeta de crédito, gas, luz, y transporte de todo el mes. A veces siento miedo respecto al otro mes pero luego recuerdo que ese instante aún no llega y es mejor vivir plenamente -dando lo mejor- del presente que tenemos que perder valioso tiempo pensando o proyectando algo que aún no ha pasado. Tal vez algo ocurra y todo esté muy bien. Me gusta pensar que... he salido de peores. La razón de esta nueva optimista convicción vino de mi propia voz interior que la otra noche me preguntó con dulzura: ¿confias en el universo?
La vida está hecha de momentos, suena a cliché, es verdad.
Que debemos aprovechar cada instante con las personas que nos importan porque mañana o incluso esta noche, puede que debamos partir, pero es algo tan humano, el suponer que estaremos aquí hasta que nosotros sintamos que es suficiente. Si bien quienes deciden su partida a fuerza de suicidio serían la excepción, para el resto de nosotros está el Destino.
No sabemos cuánto tiempo nos queda. Rogamos que la vida nos permita ver a nuestros hijos crecer, a nuestros nietos, llegar a una vejez más o menos saludable y rodeado por nuestro clan.
Y de pronto ya no estamos y queda el dolor para el resto.
Había soñado con mi madre, vestida de negro antes de ayer, caminaba con expresión seria.
Al despertar no me asombró demasiado porque en sus últimos años solía usar un abrigo negro. En el sueño de hecho se me hizo familiar la imagen a pesar de que no me veía,
ella iba como en su propio camino.
Anoche, sin embargo, tuve otro sueño: estaba nevando -al igual que afuera- pero la nieve llegaba a mi propia habitación y cama y yo sentía el frío. Había más personas que trataban de cobijarse en la habitación, incluida mi gata que llegaba cubierta de nieve y tiritando, yo le abría mis frazadas tratando aún de explicarme qué hacía ese montón de gente en mi pieza, amistosa debo decirlo- pero hacinados kafkianamente.
Sentí que encontraban resguardo aquí.
Abrí mi frazada para que la gata entre y una vez adentro la nieve de su lomo se había ido. Ella se sentía mejor y salía a sus propios asuntos ya sin copos.
Sonó el despertador y no quise mirar mi teléfono (mails, cosas laborales, mensajes que responder, alguna llamada perdida, etc.) sin si quiera abrir los ojos quise volver a recordar detalles del sueño -gracias a ese ejercicio puedo contarlo aquí ahora- de lo contrario los olvido.
Medité bastante. No di con respuestas completamente satisfactorias. Me levanté, hice mi día normal.
Y resulta que me entero que falleció el marido de mi prima. Deja una hija y un bebé de menos de dos años.
Un tipo jovial, sonriente, que contagiaba alegría y apoyaba a todos incluso en el peor de tus errores estaba contigo. Y se nos fue a sus jóvenes 48 años.
Recuerdo la tarde asoleada en que lo pude conocer, jugamos ajedrez, fútbol y compartimos cervezas con los demás familiares -por parte de mi Madre- que residen en otra región del país. Fue una tarde muy agradable, reímos y conectamos todos tan bien...
He llorado.
Y ahora entiendo mis sueños: al menos la parte de la nieve. Coincidencia o no, previo al fallecimiento de mi Madre también soñé que había llegado el invierno y la ciudad estaba cubierta de blanco. Desde ese entonces, y a pesar de que ha vuelto a nevar en la vida real, no tuve ese sueño de nuevo, hasta hoy.
Padre siempre ha tenido una habilidad de soñar cosas que luego suceden, nació un 29 de febrero más que mal... pero cada vez me convenzo que heredé algunas de estas capacidades que la ciencia niega porque no sabe y no tiene por qué explicar.
Más, a pesar de que mientras escribo cae como lluvia afuera la nieve derritiéndose, yo celebro que sigo entre los vivos, pues,
también como a todos,
un día llegará mi hora de partir.
A no desperdiciar un día más con los que quedamos,
Y respecto a quienes ya emigraron a otros planos astrales, recordar los pequeños regalos que nos dejaron;
como José, cuando nos cantó esta canción en su guitarra una noche en la ciudad de Talcahuano,
ahí mismo donde nació Mamá.
Hoy comenzamos un nuevo curso.
Adultos, vespertino,
trabajadores que desean de una buena vez aprender inglés.
Me encantan las primeras clases, todos llegan con motivación, quieren aprender, saben que pueden y han tomado una decisión importante al invertir su dinero en esto.
Por mi parte me gusta hacer que todo el mundo se sienta cómod@
Que salga natural, todos estamos practicando inglés en un ambiente, digamos, controlado.
Así que mi misión es
ser algo así como el capitán del barco en el cual nos
subimos para un día, (fijado) llegar a una dura prueba (examen final) que determinará de manera comprobable y medible,
en comisión de más de un profesor si la persona reúne las competencias esperadas para este curso o si debería repetirlo.
Capitán o no, me gusta pensar que conozco el rumbo,
si en el curso prefieren inglés comunicacional digamos conversacional
o si es para el trabajo, o algo escrito, etc.
Muestro el camino e invito me sigan.
Hablamos de la vida,
de dónde somos,
si acaso nos gusta o no la ciudad donde residimos,
comidas favoritas, música, etc.
Hay humor también, tips novedosos,
se enfatiza la pronunciación
y por supuesto les hago dialogar;
el hielo se derrite rápido,
En su trabajo había recibido una excelente noticia, que de hecho era lo que había soñado escuchar.
Salió tan feliz rumbo a casa que en el camino mandó mil mensajes y avisó a todo el mundo que había fiesta esa noche en su casita.
Llegó la gente y
se bebió, se brindó, se fumó, se lloró y se cantó,
se bailó,
se sintieron bien
LA ALEGRÍA SE EXPANDIO
hasta que
alguien golpeó a la puerta,
("este no está invitado")
Y quien había llegado le puso la pistola en la frente y disparó rápido, certero.
Sembró dolor en muchos para aliviar su solitaria perdición.
Cuando llegó la ambulancia al pasaje la luna observaba arriba mejestuosa,