Las palabras pueden matar, sanar y crear.
Es tan fácil usarlas, lo hacemos a veces de modo automático, sin pensarlas mucho o elaborar. Luego nos vemos enfrentados a las realidades que nacen por aquello que dijimos, o no, porque el silencio también habla / grita.
Estuve sin ganas de escribir en el blog porque la semana pasada fue muy intensa enfrentando el monstruo del acoso o bullying y ciberacoso también con mi curso. Había que actuar ya. Decidí comenzar a citar a padres y madres individualmente, explicarles en qué se andan metiendo sus hijos o en algunos casos, lo bien que lo están haciendo. Es difícil, yo no tengo hijos, pero me imagino que denuncien los errores de tu retoño debe ser como un ataque a ti mismo. No siempre, pero tengo algunas mamás que no reconocerán aspecto negativo en sus hij@s. Así cuesta más hacer mi labor.
También estuve extrayendo a algunos estudiantes de clases por 10 minutos para charlar en privado. Es más fácil lograr una comunicación sincera así que yo frente a todo el curso, ahí como que actúan en bloque, se protegen, callan y se sienten más a la defensiva. En privado hasta el más rebelde se abre, pero claro, siempre y cuando diga yo las palabras adecuadas. Estoy tratando de ser lo más sincero y neutral posible y les hablo como a un adulto. A propósito uso frases como "eres una persona así o asá" en vez de "un niño". Me gusta pensar que logro hacerlos tomar consciencia de la responsabilidad que empiezan a tener que asumir debido a sus actos.
Me faltan aún muchos, entrevistaré a todos, los buenos, los más rebeldes y los "invisibles". A todos les digo lo mismo de entrada: quiero escucharte, conocer tu versión.
Pude constatar que ellos tampoco están contentos con la crisis que está viviendo el curso.
También tuvimos justo la reunión mensual con madres, padres o tutores. Les hice ver que están sucediendo cosas graves, aunque igualmente pude comprobar con cierta tristeza, que incluso ellos como adultos tienen conflictos y algunos han dejado de saludarse debido a sus diferencias...
El viernes fue especial. Era la celebración del día del libro así que algunos llegaron disfrazados (cuesta más en los más grandes del colegio) pero vivimos una grata mañana. Nos tomamos una foto grupal y decidí enviar un mensaje a los padres, quizás salió cursi, pero es que estoy desesperado e insisto: hay que intentarlo todo.
"Anasthasia" (1995) - Deep Forest