Quien haya venido leyendo mi blog desde hace un tiempo habrá notado que yo estaba algo reticente a vacunarme. No por "negacionista" ni conspiranoico -el virus es real y la gente cercana muere por ello- sino más porque he investigado en fuentes confiables, papers, declaraciones, investigaciones y un largo etc que eso sí: excluye la versión que entregan miedo que meten día a día los noticieros en mi país. Ya nadie se muere de nada más que coronabicho, y así se encargan de enfatizarlo al inicio de la tanda a la hora de almuerzo y de cena en Chile. Es bien sabido que la prensa y los canales tienen sus agendas y son controladas más o menos por los mismos grupos económicos... ¿Nuetrales? Sería ingenuo pensarlo en un país comandado por un presidente que ha sido bien obvio en demostrar su lealtad y amor por Estados Unidos y en su momento Donald Trump, ahora apoya a Biden...
Y ok, NADA MALO CON ESO, hay países "emergentes" que optan por elegir otros "padrinos" poderosos con diversas consecuencias. Pero en mi caso, es lo que me tocó, vivo en Chile y aquí no se juega al juego de Venezuela o Rusia. Insisto, nada de malo con eso porque de hecho si en un universo paralelo fuera Rusia la potencia amiga de Chile y compráramos su Sputnik V yo seguiría con las mismas suspicacias: a mi entender rusos y gringos no son enemigos hoy en día. Aquí todos ganaron: los chinos, los europeos, gringos y rusos vendiéndonos sus vacunas y mascarillas e insumos. Danza de millones. Pero volvamos a mi tema:
Entonces no tenía prisa (ni miedo) con respecto a vacunarme, más bien en el fondo sabía que sería inevitable por mi labor: profesor en una escuela con niños.
Me vacuné hoy.
Sabía que según el calendario del Ministerio de Salud, que reconozco han sido bien ordenados con este proceso, me tocaría pronto por mi profesión, más ignoraba que el Ministerio de Educación decidió adelantar la vacunación no sólo de maestros sino que también de los llamados "asistentes de la educación" que son todo el personal no docente que hace que una escuela se mantenga en funcionamiento. Así que gracias al dato de una colega que también está aún en la parte continental de Chile (yo trabajo en la gran isla austral que compartimos con Argentina...) me enteré y partí: este adelanto se debe a las críticas al ministro de Educación por su apremio en que las clases presenciales retornen este 1ro de marzo. Muchas familias han expresado su negativa y el gremio de profesores nacional también debido a que se siente que no están las condiciones y ni siquiera todos los educadores han recibido las dosis... algunas municipalidades ya se habían decidido autónomamente a no iniciar clases en esa fecha sino que hasta el 15 de abril, tiempo en el que se estima ya habrá más de 5 millones de vacunados.
Y es que debo admitir que el Ministerio de Salud ha sido eficiente y proactivo en comprar las vacunas rápido y si bien se partió con personal de salud (hoy en día en su totalidad vacunados) siguiendo con adultos mayores y de otros servicios esenciales como empleados de bancos(!) o patologías de riesgos asociadas. Ya tenemos más de 3 millones en un país de 18 app. Según fuentes oficiales ya se compraron 36 millones de dosis.
La cosa fue ordenada y expedita. A nosotros los profes nos tocó la gringa Pfizer, que es de las más efectivas (sobre 90%) porque claro, nosotros trabajamos frente a cientos de niños en un sólo día.
En todo caso Chile optó por comprar a diversos proveedores: la Pfizer (EE.UU.), la Sinovac (China), la Astra Zéneca (Reino Unido) y Janssen.
Se apunta a que haya al menos 15 millones de personas como meta.
En la espera, donde habríamos una 30 almas a esa hora de la mañana encontré algunas caras conocidas. Luego nos hacían pasar de a 5 a una sala, ya que esto se hizo en un liceo de esta ciudad, bien cerca de mi casa por suerte.
De ahí en el aula con todos nosotros sentados bien alejados, un enfermero adelante llamaba voluntariamente.
Terminemos con esto rápido Yo fui el segundo: brazo izquierdo, pinchazo rápido y poco doloroso y la entrada de un líquido frío, pero no invasivo. Sutil.
Esperar sentado en la misma sala entre 20 a 30 minutos (terminaron siendo pasadito los 20) y nos preguntó cómo nos sentíamos y entonces como un premio nos devolvía nuestra tarjeta de identificación nacional más un carnet que acredita que estoy vacunado y muestra la fecha de mi segunda dosis.
Durante gran parte del día tuve dolor en el brazo, pero es normal. Por lo que entiendo la Pfizer no inyecta pequeñas dosis del virus sino algo sintético que hace al sistema inmunológico reaccionar para crear los anticuerpos cuando el real virus llegue, si es que.
Hoy me tocaba viajar a la isla para reincorporarme mañana a primera hora al colegio, pero las fuertes rachas de viento de hasta 100 kms/hr hicieron que se suspenda el cruce del estrecho (navegación de 2 horas) así que por eso pude vacunarme y de paso tomarme un examen PCR porque si bien para entrar a la comuna donde trabajo no es requisito ya que están en una fase más relajada que mi ciudad actual (que tampoco está en cuarentena) me pareció sensato y honorable integrarme a trabajar al colegio demostrando un resultado negativo.
Y para quien haya llegado a este punto del largo post, ¿cómo ves el inminente tema de la vacunación en tu vida?