¡Oh el verano!

Wow, 10 días sin escribir nada. En fin, he estado de vacaciones y salvo una que otra clase particular, tengo prácticamente todos los días para mí y descansar, dormir y hacer lo que quiera. Parece que ha afectado mi producción literaria, pero está bien, supongo he andado concentrando mis energías en otras cosas.

La naturaleza ha estado "potente" por estos lares, ayer por ejemplo, vientos huracanados de más de 100kms/hr, y sí, se volaron techos, cayeron algunos árboles, vidrios de autos se destrozaron y otras desgracias más. Así es este lado de la Patagonia: poca lluvia, poca nieve, ni tanto frío pero mucho viento. Por suerte a mi casita no le ocurrió nada y mi gatita Canela parece estar acostumbrada a estas cosas. Por cierto, este año cumplió 4 añitos de vida.

La otra semana emprendo un viaje por 5 días (dentro de Chile), la "colita" de las vacaciones porque ya en marzo vuelvo a clases. Se inicia el año escolar.

Por cierto, anoche soñé que volvía a trabajar al colegio donde estuve 10 años haciendo clases a niños peques. Salí de ahí el 2010, más admito siempre queda la nostalgia, fueron buenos tiempos. Apenas salí de la universidad me contrataron, me fue bien, ganaba mi plata y como vivía con mis padres me daba gustos. Quizá un día vuelva a hacer clases a niños, hay tanto que aprender de ellos. De todas maneras por ahora sigo con adultos, me gusta. Con adolescentes he tenido éxito también, creo que soy un tipo adaptable, no sólo en lo laboral, igual con la variopinta selección de personas que cuento entre mis amigos.

Hoy para mí es sábado por la noche, alzo mi copa, digo "¡salud!" por la vida porque me trata bien y como alguien me contó por ahí una vez que había escuchado en una peli:

nunca volveremos a ser más jóvenes que en este preciso instante.