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sábado, 6 de agosto de 2016

Someone I used to know...

Una vez tuve una novia que me enseñó una gran lección. La conocí en un tiempo de su vida en que venía saliendo de una relación matrimonial que terminó mal así que hace poco había ella llegado de Europa y el tipo se quedó allá.
Todo se dio inesperado, ella era 8 años mayor que yo y nos conocimos en una sala de chat nocturna.

Hubo estrellas, rosas, miel, noches, vino, Baileys, Santiago, vacaciones, tareas y salidas con sus hijos (parejita), y cuando ya llevábamos unos meses de relación hizo algo sorprendente que por alguna razón hoy recordé.

Me pidió que la acompañe un día x de semana como al medio día. 
Me pasó a buscar  y conversando con tranquilidad manejó bajo un cielo inusualmente nublado para esa época del año hacia la playa principal de la ciudad, digo principal muy a titulo personal, porque es donde desemboca una central avenida desde el cerro.

Llegamos y me hizo bajar del auto. Estacionados frente a la playa  me mostró unos pequeños cuadros pintados al óleo. Estaban todos terminados y firmados por ella...

Me explicó que se había dedicado fuerte a la pintura en los años que estuvo en el país europeo, pero que hoy en día ya no quería esas pinturas porque le recordaban su pasado, al tiempo en el que las cosas se pusieron mal. Que hoy en día estaba bien, sanando y que prueba de eso era lo que estaba a punto de hacer...

Poco antes de venirse,
tras una discusión, el ingeniero trató de ahorcarla.

Ahí mismo ella decidió volver a Chile con los dos hijos, 
él se comprometió a cumplir con enviar el cheque y así continuó haciéndolo, aún lejano.

Y de vuelta en la playa, ese día nublado entendí por qué me pidió acompañarla:

Tomó los cuadritos, 
miró hacia el mar,
Por alguna razón supe que ella no volvería a pintar (no volvió a hacerlo...)

haciendo oídos sordos a mis impresiones favorables y positivísimas sobre su arte (realmente eran pinturas de paisajes hermosos!)  se acercó al agua, los lanzó uno por uno con fuerza, casi como un boomerang, sin derramar una sola lágrima, con rabia.

Después nos abrazamos.



1 comentario:

  1. Te dejó experiencias memorables, tanto que escribís sobre ella.
    Pasó por algo dificil, toda una decisión ese viaje. Y que dramático esa decisión. El mundo quedó un poco más pobre sin esos cuadros y con la decisión de ella de no volver a pintar.
    Saludos.

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