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viernes, 9 de febrero de 2018

Recogimiento

Fui a la cocina, no quise encender la luz.
Así se ven mejor las estrellas afuera. En efecto, no sólo estrellas titilando, planetas también, ramas tan obscuras como la noche, el cerco, las lejanas luces de la ciudad, todo parece en orden, inspiro tranquilo, agradecido.

La gatita Canela reposa dormida en alguna pieza por ahora, no la veo pero sé que está bien. 

A mi alrededor toda la noche avanza,
me acuerdo de ese soneto de Baudelaire -por antonomasia EL Poeta nocturno- que descubrí a fines de los años 90's y que nunca olvidé ("Recogimiento", 1861) con esa frase que cerraba y que nunca pude explicar muy bien por qué me conmovía tanto:
"escúchala, querida, oye a la noche que avanza."
La dedicaba a su pena.

Me da igual la pena, va y viene, lo que me gusta es la Presencia que evidencia: el poeta está en el ahora, no rehúye su existencia, se conecta con la vida que está sucediendo ahora mismo,

un auto pasa,
las estrellas titilan,
la gata Canela duerme,
mi cuerpo se regenera, mis amig@s duermen,

la noche, la vida misma, avanza
y yo sigo aquí,

y por eso escribo Gracias.



10 comentarios:

  1. que será lo que, cuando despertamos insomnes, nos lleva a la ventana?
    y no para mirar con temor.
    para mirar el cielo
    la... vida(?) escondida entre las ramas...

    abrazo!

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  2. Pues que haya màs noches asì, de esas que motivan a escribir mientras el mundo gira.

    Saludos.

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  3. Nunca tan bien tu apodo de Nocturno.
    Abrazo grande!

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  4. Me gusta esa descripción de la noche.

    No recuerdo que escritor dijo o escribió sobre la función de la noche, en la escena del balcón de Romeo y Julieta. Que de día Romeo parecería un jardinero.

    Infaltable Canela, siendo un ser nocturno por ser gata.

    Saludos.

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    Respuestas
    1. Todo es relativo, concuerdo con esa observación de lo de Romeo y Julieta já.
      Un abrazo

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  5. Esa frase final es muy bella, tus palabras también.

    Me gusta Baudelaire.

    Un beso.

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