Buscar este blog

martes, 25 de junio de 2019

Los pequeños errores cuando eres profesor y los universos que se ocultan tras ciertas conductas de estudiantes...

No importa la experiencia que lleves como profesor, siempre cometerás algún error.

Como en todo trabajo, con el tiempo se aprende a evitar los más grandes o graves, como derramar café sobre el libro oficial de clases donde se registra asistencia, calificaciones y antecedentes del curso (me pasó en mi primer año), que salgas a una excursión/paseo y te olvides de algún niño -no me pasó, pero conozco algún caso... o asumir que los niños pequeños transmitirán oralmente una información que les diste en clase tal como quieres que se difunda el mensaje... hay un largo etc.


Insisto, aún así pequeños errores siempre cometerás. El otro día, por ejemplo,  me sentía de buen humor así es que durante recreo me escapé a un kiosco a comprar bombones de chocolate para regalar a los que ganaran en cierto concurso que haríamos en la clase. Todo bien, el 3ro básico se motivó y al final repartí los bombones a quienes ganaron y grande fue mi sorpresa cuando se dieron cuenta de que estaban "fuertes" (confieso: no los probé antes) y es que tenían relleno de licor que realmente era fuerte, no era una versión para "niños" sino que bombones para adultos porque al probarlo incluso yo lo sentí fuerte y ojo, yo tengo experiencia hasta con Absenta...

Algunos lo fueron a escupir al tacho de basura y otros me lo devolvieron a medio comer; yo rogando para mis adentros que nadie llegue contado a casa que les di un premio con licor.
Afortunadamente la aventura no pasó a mayores, los chicos lo tomaron con humor y tras bajarle un poco el perfil todo quedó en que la intención fue buena...

Otras joyitas tengo varias, más en fin, creo que ilustré mi punto de que inevitablemente siempre se cometerán errores. La idea es que se mantengan pequeños e inofensivos al máximo. Esa es la parte para la que no te preparan en la universidad: de que al ser profesor tu tarea es delicada porque tratas con pequeñas personitas que idealmente deseas que tengan una buena experiencia y aprendan, nada más.

Hay casos donde supongo el cometer un error es perdonable. Son situaciones en las que es muy difícil que puedas dirigir el rumbo que tomarán las circunstancias... ¿existe alguien en el mundo con esa capacidad en todo caso? como cuando te enteras que el chico que se vio involucrado en un acto de violencia contra otro (bullying) supo ayer que su mamá padece de cáncer y ella viajará mañana a la capital para exámenes urgentes.

Obviamente debes sancionar, porque el niño que sufrió la agresión también está sufriendo y su familia igual... y así todo se vuelve una red compleja, humana y muy frágil que uno debe manejar con mucha cautela y tacto.

Sí, en Chile los profes tenemos muchas vacaciones y a veces cometemos errores imperdonables.
También no pocas veces tenemos la cabeza en otro lado porque ciertos casos demandan un montón de energía psíquica, física, mental, y sobre todo emocional.

No descartemos tampoco el que puedes llegar a casa aún dándole vueltas a ciertas cosas también...

El 2017 perdí a mi Mamá a causa de un cáncer con metástasis múltiple. Espero de corazón que este peque de 11 años del curso en el cual soy "profesor jefe" tenga la dicha de disfrutar a su mamita por muchos años, la idea es tratar de que se centre en lo que importa ahora y no ande haciendo sufrir a otros. La cosa se viene pesada para todos supongo.






1 comentario:

  1. Si me hijo viniera a contarme la historia de que en clase comieron bombones de licor, hasta me haría gracia, pero conozco a alguna gente que pondría el grito en el cielo. Sí, vale, fue un error, pero... ¡fue un error! Me alegro de que se quedara en nada.

    Las relaciones sociales son muy muy complicadas y los profesores estáis continuamente metidos en ellas. No me extraña que tengáis tantas vacaciones, si no, ¿cómo resistir todo eso?

    Un abrazo.

    ResponderBorrar

¡Gracias por leer y comentar!