Elijo un bar cercano a metro estación Santa Lucía, entro. Venden todo tipo de cervezas y también en jarrones de 500 cc (porrones) o "schop" como les llamamos acá a la "pinta" de 500 centímetros cúbicos de líquido amarillo...
Entro, hay garzonas venezolanas,
Hace 10 años venía a Santiago y había carritos con cosas peruanas en cada esquina, pero ahora ganaron los venezolanos. Hace 5 era todo colombianos y ahora sólo quedan barberías de ese país... parece.
Es interesante cómo unos ganan otros pierden, negocian esquinas y etc.
Y ojo que antes (20 años atrás) eran sólo carritos de sopaipillas chilenas y ahora nada xD
Interesante es que igual los venezolanos de los carritos y bares entienden muy bien cómo hablar chileno y te ofrecen cosas "a luca". (en Chile llamamos luca a mil pesos.)
Volviendo a mi experiencia en el pequeño bar detecto un Wurlitzer que por sólo 200 pesos chilenos (baratísimo, convengamos) te deja poner una canción que no sólo sonará en todo el local sino que además se transmitirá en todas las pantallas.
Me la juego por algo de Coldplay, Joe Vasconcellos y Jarabe de Palo (dan un combo de 3 canciones por 500 pesos)
Llegan dos chicas crespas y programan después de mí unas bachatas y regetones (Romeo Santos). Tras ellas contra-ataco: Spandau Ballet, Javiera Mena y Pettinellis. Una de ellas me levanta el pulgar desde lejos celebrando "Otra Era" de Javiera Mena y me grita "buenaaaa", yo le correspondo con mi pulgar derecho, bajo la vista y trago otro sorbo de cerveza Escudo.
Tomo 3 litros de esa cerveza de 5.5 grados. Salgo y ya está obscuro en la capital; camino por las avenidas enviando mensajes de audio en whatsapp y a paso viendo el Google Maps porque ando algo perdido.
Sé que estoy cerca, que un Uber me llevaría en menos de 10 minutos a mi hotel, pero no me ganará, vamos, puedo llegar solo, más que mal me manejo en Santiago centro, he pasado muchos veranos aquí... jejej.
En el camino como otro Perro Caliente y esta vez un venezolano me obsequia además un vaso con té helado.
Interesante que durante el día los "carritos" de perro caliente venezolanos son operados por una o dos personas pero después de las 23 hay 7 u 8 tipos ahí y muchos de ellos fornidos, no quieren problemas pero también son amigables. Supongo el enemigo es la fuerza policial no el pueblo.
Llego a mi hotel, suena en mi cabeza música aún.
He sobrevivido,
ebrio,
otra noche en la capital de Chile y bien,
esto se llama verano
y vacaciones.
jaja me gustó todo tu periplo por las calles chilenas... los venezolanos están en todos lados si y acá también le decimos "chopp" a un vaso/jarrita de cerveza. 3 litros? no te podría llevar el ritmo ja, abrazo!
ResponderBorrarSe requiere disciplina y entrenamiento buen amigo jaja
BorrarMenos mal que llegaste al hotel! Ajajajj turismo a toda marcha!
ResponderBorrarUn saludo.
Já, igual pasé susto
BorrarCreía que no conocía a Spandau Ballet.... hasta que escuché esa canción.
ResponderBorrarY qué puedo decirte del calor de nuestras capitales... ¡salú hermano!
¡¿cómo no va a estar obscura Santiago si te tomaste tres litros?! ja
Abrazo grande! Cuidate