Año 1988cuando me enteré gracias a mi profesora de arte -con quien yo estaba tomando lecciones de acuarela y pintura en general- que había una exposición en la zona franca de la ciudad.
Mi ciudad es pequeña, convengamos, y no había en esos años galerías de arte ni mucha movida cultural tampoco. O al menos lo que yo conocía a mis 11 verdes años.
Así que ese fue mi debut con arte digamos con todas las reglas.
Fui y me encontré con esculturas y obras tanto en pintura como en grabado o dibujo.
No eran muchas, serían unas 40 obras? pero me impactaron, algunas se parecían a cosas que yo concebía y otras me volaron la tapa de los sesos porque eran trabajos que jamás se me hubieran ocurrido y me encantaron.
Fue tal mi impresión de las obras de estos artistas jóvenes chilenos en la muestra de arte itinerante (que luego se fue a España) que volví al día siguiente, y al posterior y así a diario... tanto que la encargada me terminó reconociendo y encariñándose conmigo, quien siempre dejaba registros positivos en el "libro de visitas" o con ella directamente.
A pesar de que han pasado 28 años y hoy cuento 38 inviernos recuerdo algunos nombres de las obras incluso gracias a las también interminables miradas a ese libro (en un tiempo en que no había internet) y donde incluso la encargada me había dedicado unas palabras en la primera hoja.
Cuando ya tuvimos Internet volví a buscar a algunos de los artistas que recordaba (el librillo eventualmente se perdió en la casa de mis padres) y me enteré gratamente que muchos de ellos triunfan tanto en el país como en otros hoy en día.
Quizá para ellos esta exhibición fue sólo una más y tal vez de poca importancia, pero yo jamás
olvidaré mi 1988 donde conocí el arte en vivo gracias a la exposición itinerante Arte Joven Ahora!
¡Qué buena entrada nostálgica!
ResponderBorrarson esos detalles que te cambian la vida, la cosmovisión, para siempre.
Se exactamente de qué estás hablando, sensaciones como esas son únicas
Buen relato
Abrazo!