Buscar este blog

lunes, 20 de noviembre de 2017

In FLAC veritas

Me gusta la música.
En mi casa siempre conecto el laptop vía hdmi a mi televisor, que está a menos de un metro de distancia de mis ojos (genial para los video juegos, pelis, porno, escribir, etc etc.)

Ahora, como contaba hace algunas entradas más atrás, por vez primera en mi vida compré este mes algo por Internet con una tarjeta de crédito. Fue un disco a una banda under de Austria. Elegí descargármelo en formato FLAC porque mi amigo músico hipster me había dicho que es lo mejor. Lamento que no me haya motivado más ni explicado ciertos detalles porque...

Resulta que hoy le contaba a un buen amigo que no noto diferencia real entre FLAC y MP3 cuando suena por mi tv. Le decía que tal vez es porque mi compu no da esos formatos, como cuando ves canales hd en tu tv prehistórica, igual podrás ver la cosa pero sin la calidad. O ver videos de youtube calidad hd en un tv que no soporta hd, te sale algo como 144(?) já.

Y este amigo me acota que el el tv no viene preparado para ese sonido, que pruebe con audífonos, ojalá esos grandes que cubren toda la oreja, y...

Sí, nunca olvidaré que 19 de noviembre escuché por vez primera la calidad del sonido FLAC y por qué se ha hecho de culto.

Para ejemplificarlo (y motivarles a preferirlo) a pesar de que es el que más pesa, tengo entendido, lo graficaré como que flac = HD y mp3=  mono.

En flac (con audífonos!) saltan detalles como la intensidad con la que se pulsó la cuerda (fuerte o suave?) las voces, cada detalle como al ver por vez primera una peli en blue ray o HD.

Hay un antes y un después cuando descubres la experiencia de poner en tus oídos los detalles que al cerrar tus ojos te hacen sentir que la banda está aquí en la misma habitación contigo...



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Gracias por leer y comentar!