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martes, 27 de agosto de 2019

El taller de ajedrez

Me gusta mucho estar a cargo del taller de ajedrez en la escuela. Tengo unos 25 peques y algunos han conseguido logros importantes como obtener lugares en competencias regionales e incluso medallas por estar entre los 3 primeros. Conquistas muy de ellos (su esfuerzo y constancia) como también del respaldo de sus familias porque un par cuentan con tutor externo para enseñarles más de forma particular y pagada. A eso le llamo motivación.

Por mi parte, me considero un jugador amateur, un "aficionado" al ajedrez, pero nunca fui a una competencia ni menos me he ganado ninguna medalla. Y es que si bien mi papá me enseñó a jugar ajedrez cuando era pequeño no era mucho lo que jugaba. Así pasaron los años y fue recién tras salir de la universidad y estar trabajando de profesor que me volvió a interesar, y particularmente en los últimos 3 ó 4 años juego mucho gracias a chess.com en mi teléfono. Aún así, y a pesar de leer un poco más y aprender cosas nuevas siento que lo que puedo enseñar a los niños tiene un techo que está bastante bajo. 
El ajedrez es un deporte que requiere de mucho estudio, años y hay demasiado por aprender, aperturas, finales, celadas... Y claro, la ventaja de estudiarlas es que puedes verlas venir si alguien pretende hacerte caer y aprendes cómo se defiende uno de eso. Al no estudiar eres sólo tú y tu capacidad de reacción e improvisación. Buena suerte con eso.

En todo caso desde un principio, cuando yo mismo ofrecí hacerme cargo del taller de ajedrez, dejé en claro que veía el potencial de motivar a niños pequeños y a enseñar desde cero a quienes no supieran. Nunca pasó por mi mente el enfrentar competencias. De todos modos también he disfrutado esa experiencia, no lo niego.

Por estos días hay efervescencia porque este viernes es el campeonato comunal donde nos enfrentaremos a la única otra escuela que hay de educación primaria en el pueblo. 
Esa escuela casi triplica el nro de estudiantes que tenemos en la nuestra, pero a nuestro favor pesa el que ellos no cuentan con taller de ajedrez(!) y los nuestros, como dije antes, se han visto a la par que los colegios de la capital regional donde nos ha tocado ir a competir representando a la isla.

Como ambas escuelas están separadas por casi 4 cuadras solamente, hemos ido con el profesor de educación física (quien me ha apoyado en la organización de este mini torneo), a la escuela primero a invitarlos y esta mañana para motivar en las aulas a los niños y de paso sondear cuántos interesados hay. Afortunadamente los hay y hoy el profesor que improvisadamente aceptó prepararlos un poco me preguntaba algunos detalles del torneo. Le hice ver que la idea es que sea un encuentro fraternal, amistoso, habrá diploma para todos los participantes y no habrá que anotar las jugadas ni se usará reloj. Esto fue idea mía porque el poner esa exigencia estoy seguro cerraría la posibilidad muchos. Además este es el primer encuentro, partimos suave, pero sospecho que -independiente del resultado- el próximo año habrá más interés y motivación (revancha) y bueno, la idea es también darle tiempo a ellos para que puedan mejorar, aprender las reglas de torneos y así llegar más en igualdad de condiciones.

Mis chicos se sentían algo confiados, pero hoy pude notar su entusiasmo cuando les conté que en nuestro recorrido por las salas de la otra escuela fueron varias las manos que se levantaban para participar. Yo creo que puede haber sorpresas, como dije antes, es una escuela más grande y hay más variedad y no tengo idea si quizá hay estudiantes que sin tener taller de ajedrez sí saben jugar muy bien y aquí se mostrarán.

Como sea, siento que ambas escuelas ganan aquí: al ganar subirá la moral y la confianza, pero al perder debería florecer las ganas de revancha y quizá la motivación por mejorar. Sospecho además que el director de la otra escuela buscará que en el futuro se instaure también un taller de ajedrez. Eso nos sirve igual, 
si ellos mejoran tendremos mejor competitividad
y el nivel sube.

Win/win situation.





1 comentario:

  1. Que bueno que hagan estos torneos, para motivar a los chicos a mejorar el juego o aprender el que no sepa. En la escuela de mi hija una vez al año hacen Torneos de matematicas interescolar todos llevan diplomas y souvenirs y un trofeo al ganador.
    Esperamos los resultados que sera positiva siempre. Besos Nocturno

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