Suspender a estudiantes por unos días ¿como castigo ejemplar?

Es una cuestión sobre la que se debate en educación.

O sea, debate más bien a nivel de profesores y nuestras opiniones porque en general la cosa está zanjada ya con el reglamento interno.

En mi escuela, sin embargo se ve poco y nada que haya suspensión de estudiantes. Se deja como último-último-ULTIMO recurso. Y en lo que va del año creo que sólo se ha suspendido a un alumno una vez.
A veces he visto y vivido situaciones que pienso ameritan un castigo tipo suspensión, pero hoy una educadora diferencial me argumentaba que eso no es realmente un castigo, es un premio: "no tendré clases durante 3 días, yuju!!"
Y tiene razón, pero creo que es necesario algún tipo de sanción más fuerte que la mera anotación negativa en el libro o el "reto" o la "conversación" en pasillo que en general he visto no resuelve nada y no evita que la conducta disruptiva se repita.

Tal vez es verdad que quien comete falta y se gana ese castigo goce sus días de "descanso", pero hay un pequeño paralelo a la realidad del mundo adulto que debemos incluir en la ecuación: si cometes falta, la policía no vendrá necesariamente a decirte que estuviste mal o anotará tu mala conducta: te removerá de donde estás y te mantendrá lo que estimen necesario los jueces fuera de lo que haces a diario.
Otro aspecto positivo de aplicar esta sanción es que calma las aguas: digamos que un niño pateó a un profesor (según me cuentan, de hecho esto ocurrió el año pasado con el curso del que soy profesor jefe ahora) y al día siguiente debes ver a esa criatura y pretender que nada ha pasado y se puede dar el lujo de decir "yo le pegué una patada a este profesor y ahora aquí lo tengo, respondiendo mis dudas..."
El hecho de tener 3 días alejado o alejada del colegio hace que la falta se olvide un poco y luego regresan y hacemos borrón y cuenta nueva, pero entonces maestros y maestras pueden hacer ver que si este niño o niña me faltó el respeto, yo apliqué la sanción de que lo saquen de mi vista por al menos unos días y ahora ambos haremos las cosas bien para que todo mejore y "llevemos la fiesta en paz."

Sí, quizá por ser capricorniano, yo voto por el sí a la suspensión de quien te agrava.

Ahora, y en defensa del argumento de mi colega, cuando trabajé en la cárcel conocí más de un criminal que confesó estar mejor dentro de la prisión que fuera. Sonaban sinceros.

Todo es relativo, dijo uno más canoso que yo hace unos años.