De vacaciones, plandemias y dentistas...

 Me doy cuenta de que escribo menos ahora en vacaciones que cuando estaba en medio de todo el estrés del teletrabajo.

Muchas comunas del país vuelven esta semana a las estrictas cuarentenas, menos mi ciudad. Que en todo caso sí ha presentado altos índices de contagio y sospechosas primeras planas en los periódicos controlados por grandes grupos empresariales, y es que es innegable que cada medio informa lo que su agenda o sus jefes quieren por eso me llama la atención que metan tanto miedo si claramente nadie parece asustarse a estas alturas y por el contrario, se ve más gente en las calles.

En todo caso aquí levantaron las restricciones hace unas semanas porque los emprendedores del turismo y gastronomía decidieron optar por el HERMOSO camino de la desobediencia civil: tras enviar cartas a las autoridades locales (representantes del gobierno central), movilizaciones, protestas simbólicas como romper platos en la acera afuera de sus locales y ardua actividad en redes sociales, se aburrieron y abrieron todos sus locales. 

A pesar de la lluvia y el frío, la gente abrigada fue a apoyar igual.

No hay sombrillas por las rachas de hasta 100km/hr que a veces tenemos en la Patagonia...

En el caso de los pubs o restoranes sacaron las mesas a la calle (incluso con lluvias, vientos y heladas, la gente apoyó igual) y sin miedo se organizaron y emitieron un comunicado de que no cerrarían porque esta ciudad vive del turismo estival debido a los atractivos naturales y por ser una de las puertas de entrada a la Antártida, al menos por el lado chileno (Argentina también las tiene en su parte). Y funcionó: al principio la autoridad gubernamental envió fiscalizadores con militares y carabineros a cursar "sumarios sanitarios" a los dueños de locales, más estos se mantuvieron estoicos sin cerrar y sin temor tampoco. 

A los pocos días la intendenta (representante del presidente Piñera en la ciudad) declaraba el levantamiento de las medidas restrictivas y el avance a una fase más flexible... no le quedó otra. 

Al final cada uno es responsable de cuidarse y me consta que los café que he visitado cumplen con todas las medidas sanitarias al dedillo. El hecho de que los locales deban cerrar y la gente no pueda trabajar me parece una rara medida que impuesta a los gobiernos por la obscura OMS me despierta muchas sospechas... PLAN DE MIA

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Aventuras en dentista
Como contaba en algunas entradas más atrás, inicié un importante y costoso mejoramiento de mi dentadura. Ya terminó un tratamiento conducto y ahora estoy en la mitad del segundo. Lo malo es que el sábado en la noche, mascando unas ricas galletitas saladas Grill se me salió lo que yo llamo una falsa tapadura. Que en realidad es la "curación" que es una especie de compuesto solidificante temporal que tapa el hoyo del trabajo en esa muela para que "sane", pero bueno, son accidentes que pasan, con mi lengua siento ahora el orificio ahí y he tenido más cuidado de que nada entre. Llamé hoy a la clínica así es que mañana en la tarde me atenderán para rehacerla. Asumo que no me lo cobrarán, porque técnicamente se podría -con no poca certeza- afirmar que el trabajo no quedó tan bien hecho. En todo caso si me cobran lo pago. Lo importante es seguir todo OK, más que mal son años sin haber visitado dentista.

Más allá de eso no mucho más relevante que comentar. A la expectativa de cómo se muevan las cosas para planificar o no, viaje de vacaciones.