Buscar este blog

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Creo en ti

¿Alguna vez te ha pasado que andas bien, tranquilo pero todos a tu alrededor se pelean o enojan?

Uno contempla aquello como curioso testigo -en mi caso- pero hoy se dio.
Y antes de narrar las coincidencias aclaro que yo también tengo mis días en que ando "enojado" por la vida, pero hoy no era uno de esos días. Al contrario, este fue uno de esos en que uno anda más introspectivo y no desea problemas con nadie.

Obviamente también me pasaron cosas lindas pero para ilustrar mi post me reservaré aquellas.



Desperté y encontré la gata durmiendo al lado de mi almohada. Nos levantamos, ya que me tocaba ir a hacer unas clases en la tarde.
Saliendo de un largo feriado como el que tuvimos en Chile por el lunes y martes nadie puede andar de mal humor, cierto? Todo tranqui, día asoleado, me fui con mis clases preparadas (que serían 2, la de un señor y luego su hija) y tomé el taxi, ya que iba un poco atrasado.

1.
Llego a la clase. Mi alumno es un hombre mayor que yo pero en general las clases de los fines de semana o feriados anda de muy buen humor, sin embargo hoy pude contemplar cómo casi perdió el control porque necesitaba encontrar unos emails que le llegaron en inglés y requería mi ayuda con las traducciones. No los encontró (porque recibe muchos al día) y a pesar de que le mostré la herramienta de búsqueda de su correo no funcionó, en sorprendente frustración llegó a golpear el teclado de su costoso MacBookPro. Wow!
Finalmente escribimos los mails en inglés para dejarlos en la carpeta "borradores" y decidió que más tarde los buscaría y enviaría.
Luego, su hija avisó que no podría tener clases porque le salió otro compromiso así que pasadas las 16 hrs quedé libre y me fui al centro. Sin dejar de pensar que a veces puedes tener mucho dinero en la vida, pero la paciencia no la venden en las tiendas...

2.
Seguí mi camino tranquilo, me encontré con el nuevo mall chino que se abrió en la ciudad. Decidí pasar a curiosear, en una de esas encontraba algo barato y lindo para mi casa o mi gata.

Repleto de gente y había pasillos que no exagero: eran de unos 70 cms. de ancho! así que para pasar inevitablemente debías rosarte con personas o derechamente si estaba muy congestionado elegir otro. El local es grande. Solía ser un supermercado hace décadas, pero estos chinos pusieron 10 góndolas donde antes había 3 ó 4, increíble, pero bien, tienen mucho stock. A precios convenientes mucha gente comprando todo lo imaginable, gorros, jeans, relojes, réplicas de pinturas, frascos, juguetes, zapatos, adornos y un interminable etc.

Compré un contenedor de vidrio que necesitaba para un café colombiano que me regalaron y me llamó la atención un jarrón con cuchara y tapa que supe por el diseño le gustaría a mi hermana. Con mis dos compras avancé a la unica(!) caja que había con una fila de unas 20 personas y sólo un chino mayor atendiendo con toda tranquilidad y mirada serena de Samurai. Antes de que alcanzara a ponerme en esa fila -por suerte no llevaba prisa- otro chino más joven grita desde otro sector "caja aquí!". Me voy junto a otras personas que se desprendieron de la anterior, quedé tercero, genial. El chino sumó sin calculadora mi compra y pagué, pero él estaba molesto creo, porque miraba a su lado y no estaba el joven de la "custodia". De hecho se acumulaba ahí también gente esperando dejar sus bolsas o que les devuelvan sus pertenencias. El chino joven miraba hacia atrás del local como buscando su compañero (que sí estaba cuando yo entré), al final él se movía de la caja a la custodia para cubrir ambos puestos.
Pagué y me fui a la custodia a esperar me pasen mi mochila, llegó otro chino joven con cabello desordenado como si recién se viniera levantando, recibió mi número y devolvió mi mochila.
Salí de ese lugar atestado.

3. 
Todo bien en el camino a casa. Decidí ir al supermercado a comprar pan y queso para servirme algo.
Una caja con sólo una persona, genial. En este lugar ahora te piden el número de identificación nacional (aquí llamado RUT) para obtener ciertos descuentos (y que los dueños agreguen tu info a su base de datos nacional y aprender sobre nuestros hábitos de consumo y manejar sus precios y stock, obvio).
Todas las personas que trabajan en caja lo piden y no es obligación darlo, pero si no lo das no obtienes los descuentos, que a veces son buenos.
El caballero antes de mí pasó sus productos pero la cajera no le pidió el RUT, sólo le informó el precio final a pagar, él le preguntó por qué no le pedía el número, ella de mala gana se lo pidió, él lo dio y canceló.
Mi turno.
Yo primero debía pagar mi boleta del Internet. Sobraban 8 pesos, me preguntó si los donaba, le dije que no, ¡vamos estoy pagando mis cuentas!
En venganza -no entiendo por qué se enojan cuando les dices que no- me dió monedas chicas, muchas y pesadas, la miré a los ojos pensando eso no se hace, además la verdad es que según las leyes en Chile si un supermercado -o cualquier otra empresa- dona aunque sea una cantidad pequeña a la caridad se le perdonan millones en impuestos anualmente, ahí está el truco; y además al estado no le importa si se dona 100 mil pesos o 100 millones, el "perdonazo" llega igual. Así que las empresas te piden donar los pesos chicos, y así evaden impuestos legalmente, por supuesto donándolos a su nombre y no tuyo... Yo siempre dono los pesos pero no los de mis cuentas.

En fin, pasé mis compras con tan mala suerte que esta vez o yo donaba 9 pesos o la empresa me "perdonaba" 1 peso. La cajera en un tono especial empezó a preguntar si donarí... y luego movió la cabeza y dijo, "cierto" y comenzó a buscar monedas, me dio el vuelto bien pero hizo además con los brazos movimientos burlescos como "uy, por un peso!". Confieso que en otras circunstacias habría dicho algo pero andaba tan sereno que sólo observé y me retiré, además no es primera vez que veo estas conductas.
Tomé mis cosas y me fui, pensando que la próxima vez les preguntaré si ellas ganan alguna comisión por las donaciones, como sé que me dirá que no, le preguntaré entonces por qué se enojan tanto cuando uno decide que quiere su dinero integramente...

4. 
Finalmente en casa, todo bien, comiendo, disfrutando mi tiempo libre, la gata etc.
Decido entrar a jugar unas partidas de League of Legends en linea. Hay dos posibilidades ahí, juegas unas partidas normales (de entramiento prácticamente) o Clasificatorias, donde te juegas en qué liga terminarás y valiosos puntos. Son 5 personas versus 5 al azar entre los servidores chileno y argentino.
Todo bien, me sentí confiado y gané las normales así que me animé a entrar a una clasificatoria.
Jugamos bien con mi compañero argentino de carril, de hecho no habíamos muerto hasta que los de los demás carriles comenzaron a insultarse y pelearse criticándose mutuamente por errores pequeños -fácil ver la paja en el ojo ajeno....

Afortunadamente puedes "silenciar" a jugadores tóxicos y eso hice, pero perdimos. Inevitablemente la gente insultada empieza a responder, calentarse y distraerse... y así se pierde tiempo, concentración y bueno, partidas.

Casi las 2am, ya no creo que pase nada malo eh? Já.

Fue un día asoleado en todo caso.
Ah y además hoy aprendí que Gmail tiene una extensión que te permite escribir un email y que se envíe a la hora o fecha que uno quiera.




1 comentario:

  1. Me encantan estas crónicas personales y callejeras, me divierten y aprendo cosas de Chile además...

    Y los audios? Me gustaba mas eso debo decir... Quizá leyendo mas entradas me de cuenta que pasó (intuyo que agotaste esos minutos gratis que tenías en esa aplicación)... 👍😉

    ResponderBorrar

¡Gracias por leer y comentar!