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domingo, 17 de mayo de 2020

Nota positiva de otro día más de cuarentina

Cuando la estación otoño se asienta en la Patagonia es cuando empieza el frío gélido. Las cosas se pueden poner feas, se entiende.


Yo uso la técnica heredada de mis padres: tener la puerta de mi habitación cerrada para que el calor "se concentre" en el living y funciona.

Algo así como una hora antes de dormirme abro la puerta para que se tempere y aquí, a cambio, entre la helada brisa de la obscuridad desde la pieza que estuvo todo el día cerrada. Maravilloso.

No muy sexy sin embargo, y así son los tiempos de cuarentena.

Más,  aventuro que podré dormir tranquilo la mañana de este domingo ya que terminaron los trabajos en mi techo (ayer.)

Resulta que la dueña de mi casa se dio cuenta con su esposo que mi techo se averió producto de los trabajos de los vecinos que edificaron durante estos días. Me avisaron por fono desde su casa, adelante de la mía, que les preocupaba ese daño pudiera ocasionar goteras debido a que llovía en ese momento y a cántaros.

Les dije primero que todo estaba bien, pero que los ruidos sí habían sido "agresivos", como que usaron mi techo de mesa de trabajo (de crafteo)

Ella sonaba igual de apestada que yo, me gustó eso porque me sentí apoyado en mi molestia. Cuento corto: se quejaron con los vecinos responsables de la edificación y de haber dejado el techo abollado y aplanado en las áreas donde trabajaron.  Ayer -durante la lluvia- tal vez fueron un poco económicos con la verdad respecto a goteras en mi casa, pero me sentí defendido, casi empoderado.


Y hoy a primera hora (9 am mientras yo soñaba plácidamente) comenzaron a cambiar todas las planchas del techo. Eso cruje feo, no te lo recomiendo.

Ruido por algunas horas, pero ahora techo nuevo y no más trabajos arriba.
Creo que los dueños de la casa están tan felices como yo porque con justeza se ahorraron el reemplazar mi techo, que de hecho era algo que me habían planteado hace poco.





Video filmado en la isla Tierra del Fuego (lado chileno), y algunas tomas en la localidad donde trabajo. 

2 comentarios:

  1. veo que los últimas días lo dominaron los ruidos en tu vida ja...

    pero no hay mal que por bien no venga dicen... abrazo

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  2. Muy ameno el relato a pesar del frío patagónico y las tejas deterioradas!
    Un beso.

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