Pesadillas, ¿tienen relevancia?

Hoy conversaba con mi novia sobre una pesadilla que había tenido anoche y cómo la recordaba frescamente.
Ella me decía al teléfono que afortunadamente, muchas veces en que las tenía, sentía esa posibilidad de tomar consciencia de que estaba en realidad sólo en medio de un sueño y que podía despertar o salirse dejando de tomárselo en serio.
Así es como ella salía rápidamente de pesadillas.

Un buen amigo al respecto me explicaba que cuando las tiene rara vez las recuerda, y que aún si las hace por la noche no les da ninguna importancia, las toma por lo que son: sólo algo que se soñó pero una vez despierto no valen la pena.

Bien en mi caso no sé a qué atribuirlo, pero cuando las tengo me tienden a afectar emocionalmente por un rato. Y tengo pesadillas a menudo, por periodos. En invierno es mejor tenerlas já

Es que he tenido sueños perfectamente premonitorios (por ejemplo donde una frase oída a alguien se la escucho después calcada a cómo la soñé), sean buenos o feos.

Así ocurrió por ejemplo el año pasado durante el verano, en que soñé preguntarle algo a mi madre y ella respondiéndome mientras yo le tomaba la mano.

Pocos días antes de su fallecimiento, mientras me observaba desde su cama en el hospital le pregunté lo mismo que había consultado en mi sueño de febrero y me respondió con las mismas palabras, mientras yo acariciaba su mano. A veces lo que en su momento consideramos "pesadillas" pueden ser en realidad un exquisito adelanto de lo que se viene y cómo puedes disfrutarlo al máximo o sacar más provecho tal vez?

Aún así me recuerdo constantemente que empoderamos aquello a lo que le damos atención. (Interesante que el corrector autográfico aquí no reconoce "empoderamos"... já)
Por eso termino dejándolas atrás a modo que avanza el día.

También me pasa como a mi novia, que uno logra "darse cuenta" que está en un sueño desagradable y puede optar por salir... pero en mi caso no me salgo.
Me gusta ver qué se viene. Es como un video juego: no importa qué tan feo se esté viendo, no morirás ahí. Así que la juego en modo "difícil" y me gustan las sensaciones experimentadas.
Y tiene otra recompensa, al día siguiente siempre pueden inspirarte para crear algo o escribir esa historia.

Parece ser que muchas pesadillas tienen ciertos arquetipos repetitivos.

Pasas del miedo a la sensación de que estás en peligro y debes defenderte o a un ser querido,
hay terror y miedo, angustia pero también odio que te hace luchar aunque no siempre puedes porque misteriosas fuerzas paralizan tus músculos y logras sentir cómo en la vida real, que por más fuerte que empujas, más se contraen tus brazos, incapaces de moverse.
Luego cuando crees ver una salida pasa algo inesperado y más difícil, como que seas perseguido o atrapado y de repente ah... despiertas.

y vaya si puede llegar a ser casi orgásmico despertar tras una pesadilla.