¿Ver el vaso medio lleno?

Siempre juntos, nunca injuntos.
Dicen que a quienes más amamos en el fondo odiamos. ¿Será cierto?

Yo me amo, pero también a veces me odio... así que parece que es cierto. já a modo de ejemplo digo.


Existe un videojuego que entre otras cosas te da una oportunidad interesante: estás con tu team de 5 jugadores contra otros 5 combatiendo, usando estrategia, capacidad, rapidez. visualización, mente fría y tolerancia. Das lo mejor de ti, más,  no pocas veces pierdes la partida.

Muchas veces los ánimos se encienden, se reprocha, se critica... se culpa. Y eso es lo fácil, porque en el fondo todos deberíamos saber que la culpa no ayuda en nada. Es una trampa del ego.

Lo bonito es que ese mismo juego te permite "agregar" como aliado para la próxima batalla a quien te destrozó en la anterior. Y te encuentras jugando codo a codo, vida o muerte con el que antes era tu enemigo. Y se gana la partida.

O sea en vez de odiar y eliminar a tu "enemigo", puedes aliarte con él y trabajar juntos para a futuro combinar fuerzas en pos de un bien más potente, que solos no se conseguiría.

Y qué mejor que si descubres que además es una persona re buena onda y sencilla, que sólo busca lo mismo que uno.

Sumar es siempre mejor que restar, en esta corta vida.