Otro ejercicio es crear mientras suena la canción, veamos que sale escuchando el tema: Canzonetta de Tchaikovsky:
(La belleza de este ejercicio es que es como mirar una pintura desde la ubicación que se te de la gana; y en este caso en que no importa la velocidad a que se lea el poema o cuantas veces- cualquier instancia de la canción acompaña las palabras...)
Letargo punzante,
oscilando en tiempo y presente,
tranquilidad de otras épocas,
serenidad que ha descendido como la noche,
suave sopla el viento mientras las luces anaranjadas de la ciudad iluminan tenuemente la calle llovida...
Llego al río,
al río del encuentro,
ahí te veo,
majestuosa como siempre,
luego sonríes y ya no recuerdo dónde estoy,
luego miras al firmamento nocturno,
tomo tu mano mientras contemplo además las constelaciones danzando sobre la bóveda oscura,
Hemos llegado al cementerio.
Danzamos como los espíritus,
sopla el viento,
sigue avanzando la noche esta vez no puedo dejar de mirarte...
cabalga la noche,
¿a dónde se marcha?
¿Quién podría saberlo?
Ya estamos en la orilla:
la presencia de la playa invita a la contemplación y el silencio,
nos hemos sentado.
Todo el GIGANTE coro de belleza nocturna se ha desplegado en este preciso instante.
Puedo respirarte y agradecerte universo omnipresente.
Cae mi cabeza en la almohada,
La luz de la noche acompaña mi descanso,
Hoy hemos danzado la noche.
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