Al igual como en la novela de Kafka despierto una buena mañana, tras incómodos sueños, alegre de ver el sol dominical entrar por la ventana de mi habitación.
Hasta que me doy cuenta que se me requiere para un interrogatorio, sin más explicación la cosa comienza más o menos así:
Interrogador (en lo sucesivo "I."): Sr. Nocturno, hace tiempo le seguíamos.
Nocturno: Ok
I. Y ud supongo sabe por qué estamos aquí?
N. Ni idea. Sería gratísimo se me informara en todo caso.
I. Su mayor miedo cuál es?
N. A contener mis ganas de bostezar.
I. Hablo en serio.
N. También yo.
I. ¿Qué opina de la situación del país?
N. Me cago en la situación del país, por ahora tengo bastante problema haciéndome el ánimo de planchar mis putas camisas y lavar la puta loza de una semana -a veces :)
I. O sea ud. se compra el cuento de que si quiere iniciar una revolución debe comenzar por sí mismo en su casa -o en su cama citando al hippy ese....
N.Claro, algo así. Y ud se compra ese cuento?
I. Yo creo en lo que sé, no en lo que otros dicen.
N. Me parece válido.
I. Y su opinión sobre mis problemas?
N. Soluciónelos?
I. Y ningún consejo?
N. Cómo podría!
I. Mmm aguarde, ahora será interrogado por una agente.
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Entra la agente. Me entero recién que es mi gata Canela. La infame cumpliendo eso de los "gatos son traicioneros", já, veremos qué tiene que decir.
A: ¿Por qué no está relajándose como le gusta a usted?
N. Cree que necesito relajarme?
A: Al grano, qué sientes por la vida?
N. Imagino un cálido y plácido atardecer, donde jugamos todos como niños en este hermoso planeta...
A: Cree usted en los reclamos del Norte sobre el Sur?
N. Me cago en los reclamos del norte o del sur o el este o del oeste o la puta frontera que el mariscal talputisimo concibió. Disculpad mis exabruptos, -aunque no son escatimados. Bien, los reclamos provienen de gente disconforme con su vida pensando que es misión de otros arreglársela. No tengo nada contra los debatientes, seguramente harán cambios potentes para bien o para mal, eso sólo el destino lo sabe. Por mi parte aún debo acordarme de pasar aspiradora mañana.
A: Por qué me sacó el conjin que tenía destinado a mí junto a su almohada?
N: ¿Por qué dejaste de arañarme la cara cuando repuse el bendito cojín?
A: Es usted feliz sr. Nocturno?
N. Por supuesto, ahora mismo!
:)
:3
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