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domingo, 10 de septiembre de 2023

La vida siempre te da segundas oportunidades decía mi Padre

 Releo mis posts y qué desordenados los encuentro a veces, já.

Han sido días interesantes e intensos. Revisitando antiguas amistades valiosas, viajando a mi ciudad natal (este finde), tragándome algunas malas noticias y comiendo y disfrutando compras a placer.

En unos pocos días vence el plazo para enviar hasta 5 cuentos de menos de 100 palabras para el concurso anual Magallanes en 100 palabras. Ya envié mis 5, pero hasta que no se cierre el plazo el 13 de septiembre a las 0 horas aún puedes editar tus cuentos en el sitio web. Hay un parcito al que le tengo fe, pero sólo el próximo año -más o menos en marzo o abril- sabré cómo me fue. 


¿Algo sobre lo que me gustaría escribir ahora mismo? la importancia de no adorar más de la cuenta a maestros o gurús. Digo esto debido a que me gusta mucho las enseñanzas del gurú espiritual Osho. Por ahí lo cito de vez en cuando y he comprado algunos de sus libros, tanto originales (tan caros en Chile) como piratas, já.

La cosa es que más que la persona, me resuena su discurso de "no me compres lo que digo, no pagues dinero por mí, olvídate de inscribirte en religiones, no vengo a vender una forma religión o rituales como irse a meditar al Himalaya, sólo pido que tomes consciencia", en fin, todo ese tema de estar presente. Disfrutar el ahora con todo lo malo que pueda traer. Hasta ahí bien, no me pide firmar, ni donar un 10% de mi sueldo como los mormones, ni vestirme de tal forma o sentarme en posición de loto para meditar o dejar de consumir la ropa que me plazca para disfrazarme con el uniforme típico de ciertas órdenes budistas como ser ropas de telas y etc.

Más, llegó a mi espectro el documental "Wild, Wild West" de mi querida y odiada Netflix (tengo una relación algo tóxica con esa cosa: termino suscripción y tras unos meses vuelvo a activarla, jé) pero renuevo por sólo un mes más.

Y la cosa es que me encontré con que esta miniserie investigativa de 6 episodios -y a mi juicio bastante neutral- me abrió los ojos respecto a mi querido gurú.

Aun así, no pretendo andar quemando sus textos. La enseñanza me sigue resonando ahora. De hecho, me llevé su libro "Madurez" (pirata) junto a otro de historia de la isla Tierra del Fuego para leer en el cruce del estrecho en barco. Sólo que se me anduvo cayendo el gurú como persona porque no sabía de su historia ni biografía.

Igual todo bien, siempre la vida vuelve a mostrarme lo mismo: ¿cómo abordar el dilema de juzgar al artista cuando te gusta su arte si es que hay conflicto de cualquier tipo protagonizado por el gestor? Muchos fans de Michael Jackson, por ejemplo, destruyeron sus discos cuando se supo de las primeras acusaciones de pedofilia. A Victor Jara la derecha chilena lo mató de 40 balazos por PENSAR diferente. Se prohíbe la obra de quienes obran "mal" en la vida. 

El problema es cuando resuenas con la obra. Jé.

Hace poco me enteré de que Hitler adoraba la música de Wagner, de hecho.

En fin, supongo lo único que importa es lo que hacemos con las cosas que aprendemos o sabemos -o disfrutamos, si de arte se trata. Los juicios que uno o tal o cual emita como que a nadie realmente le importan, aunque en no pocas ocasiones nos gustaría que fuera diferente- dijo el ego.


"Whatever gets you thru the night" (1974) - John Lennon







2 comentarios:

  1. La pregunta es si una mala persona puede pensar cosas buenas. Un beso

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  2. Es un tema complicado el que mencionas. Cada vez me inclino más por no cancelar al artista aunque sinceramente, hay casos en los que no me cuesta nada.
    Un saludo.

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