Y muy contento. Será una entrada desordenada, pido disculpas desde ya; así como también por no responder los comentarios de gente que dedica algo de su tiempito a dejarme retroalimentación a mis últimos posts, muchas gracias! <3
Y es que fueron días de caos. Confieso que subestimé lo que es mudanza, a pesar de no ser novato en el tema; me dije en 2 ó 3 días la hago... claro...
Sólo gracias a que sumé noches también y que los dueños de la casa me aceptaron dar un fin de semana más (el que viene) para terminar de vaciar la casa es que me vine tranquilo ayer.
Mi buen padre se consiguió un camioncito y nos vinimos con mi cama, valor que no quise vender, y lo demás. En el cruce del ferry, que a pesar de ser relativamente moderno toma 2 horas en navegar el estrecho de Magallanes desde el continente a la isla (parece que son como 35 kms) Considerando que el viernes y sábado fue amanecerme embalando, regalando, botando cosas y vendiendo dormí 2 ó 3 horas y aún así no sé si realmente dormí ya que apenas ponía mi cabeza en la almohada mi mente seguí trabajando: "me falta guardar tal cosa, en la cocina queda esto, necesitaré papel de periódico para cubrir lo que es tazas, vasos y platos... debo acordarme de contactar a tal o cual para .... ¡basta! hay que mimir." Y a los segundos, volvía el revoltijo mental. Usé mis más refinadas técnicas de relajación, sabiduría Zen y hasta "respirar conscientemente" (gracias Eckhart Tolle!) pero el tiempo era poco y el estrés demasiado.
Finalmente llegó el sábado, le propuse a mi querido viejo que carguemos el camión por la tarde/noche y que lo deje en su casa asegurado con lonas (por si llovía) y yo me fui a dormir a una hostal. Salí a comer tipo 22 cuando todo terminó. Luego una buena junta con un amigo que incidentalmente andaba solo igual cenando por ahí para dos cervezas y a tratar de mimir. La misma historia, la mente (típico de alguien con luna en géminis?) repasando los detalles, afinando y previendo posibles eventos inesperados, ¡como si fuera posible predecir la vida! já, arrogancia humana...
Y es que había motivos para mi preocupación ya que cuando traté de comprar los boletos para el cruce en barcaza de camión la página me arrojaba "agotados". Le expliqué a mi Padre que eso era normal, que me había pasado antes comprando incluso boletos para pasajero a pie y que había que presentarse en el puerto y te vendían los pasajes igual. Y en el peor de los casos, el plan B era manejar casi 2 horas al norte y cruzar por el punto más angosto que conecta la isla con el continente y donde hay barcos cada media hora (no uno al día!) debido a que es la única ruta que además tienen los argentinos para llevar o traer su carga a las ciudades vecinas ya que por el atlántico no tienen un servicio de ferries, un tema pendiente de su política aunque creo que no lo han hecho porque la condición oceánica de las aguas no permiten implementar la conexión de su Patagonia (Rio Gallegos, San Julián etc.) con su lado de isla Tierra del Fuego.) no sé, no recuerdo bien la historia, pero en fin. Igual esa no era la mejor opción para nosotros porque el camioncito Porter II es bajito y de ruedas pequeñas y un gran tramo de la parte chilena en la isla es de asfalto y con los hoyos que tiene es parecido a una pista de aeropuerto hoy por hoy en Ucrania, pst. Chiste malo. Mi punto es que era medio peligrosillo y dañino para los neumáticos, sobre todo considerando que iba bien cargadito y que no es suyo, sino que prestado para este trámite por la empresa donde trabaja.
Más, la fortuna nos sonrió. Y ya estoy acá.
Me gusta mi nueva casita, está pintada de verde claro y es pequeña, pero acogedora. El dormitorio aguantó bien mi cama de dos plazas y a los pies, entre la pared y la misma quedó espacio suficiente para -temporalmente- acomodar las bolsas aún llenas de ropa y cosas. Me gusta despertar y tener una ventana cerca, cero ruido, prácticamente en todo el día hay cero ruido, esa es la ventaja de vivir en un pueblo de 5 mil almas.
Ahora me he reincorporado a mi trabajo, donde la acogida ha sido más que grata. Siento que la gente ve con buenos ojos el gesto de venirme a vivir aquí. Hace un rato, en una pequeña reunión social con un par de colegas, me encontré diciendo que este año se viene difícil, los niños llegarán con toda la carga del miedo que seguramente están absorbiendo en sus hogares de las noticias, las conversaciones seguramente de los padres, el miedo.
Insisto, hay que poner música clásica a la hora de almuerzo y de cena y apagar la tele mientras ingieres alimentos.
Habrá que procurar que los peques la pasen bien, se relajen en el cole y sepan que tras toda tormenta, viene una peor, já. Nah, que las tormentas te hacen más fuerte,
y tal vez más sabi@s también?
Toda una aventura!
ResponderBorrarBienvenido a tu nuevo hogar!
De por si las mudanzas suelen ser complicadas, y tú hasta ferry tuviste que tomar. Espero esté mucho mejor el nuevo lugar, y qué bueno que pudiste con todo al final.
ResponderBorrarSuerte. Saludos amigo Nocturno.
ResponderBorrarQué bien que ya estás instalado. Enhorabuena! Se te nota muy contento. Voy a ponerme al día con tu blog.
ResponderBorrarUn abrazo enorme.