Entendido el concepto como la españolización de la palabra inglesa marketing obviamente: "promocionarse", "venderse" en el buen sentido, promover la valía propia... en fin, se entiende.
Cuando comencé mi vida laboral hace ya casi 20 años era de la filosofía de la "sencillez" que da el que "los hechos hablen más que las palabras", algo más o menos inculcado por mis padres. No jactarse, sino dejar que los superiores aprecien tus acciones.
Y a la luz del tiempo transcurrido pienso que en mi primer trabajo no fue lo mejor. A la larga llegó alguien más joven que sí promocionó y anunció cada idea que puso en práctica y terminaron dándole mi puesto.
Hago el mea culpa, pero de ahí saqué lecciones. Me dije que en futuros trabajos no iba a tener más esa falsa humildad porque al final no todas las jefaturas te reconocen los méritos, muchos asumen que es tu trabajo, tu deber nomás, bien, sigue así. Ah, pero si te equivocas...
Así que en este actual trabajo me encargo -sutilmente- que se sepa las cosas positivas que estoy haciendo como la promoción del ajedrez con el grupo que ayudé a formar, encabezar la red de profesores de inglés de la comuna uniendo a las 3 escuelas (antes había cierta rivalidad, cosa algo absurda en una comunidad tan pequeña como esta...) enseñar guitarra y otros etc. Para suerte mía, hace dos años me pidieron ser el encargado de la página de Facebook del colegio, así que yo redactaba las noticias y compartía fotos y/o transmisiones en directo. Por lo que no dudo en informar también las cosas que hago -es algo difícil escribir en 3ra persona sobre uno mismo, já- y salen sus likes a mucha honra.
Canserbero - "Es Epico" (2012)
Como siempre hay ventajas y cosas buenas y viceversa, en todo esto tan nuevo y que avanza inexorable. "venderse" como opción a progreso no parece malo, hoy día hay mil formas de hacerlo. Y luego está su contrapartida, "lo que no puede verse" o lo que se "disfraza".
ResponderBorrarUn abrazo.