La luz del río (un sueño lúcido)

 Ayer decidí olvidarme que era viernes por la noche y me fui a la cama temprano.

hoy sábado no prometo lo mismo, já.

En todo caso, mi decisión de dormir 3 horas antes de lo normal dio frutos: tuve uno de esos sueños donde te das cuenta que no estás en tu estado de vigilia,  libre de hacer lo que te plazca y convengamos: tomar control del mundo onírico es hermoso.

Me autopregunté a dónde quería viajar en el tiempo (pasado o futuro daba lo mismo, tal es el poder de los sueños lúcidos) 2.000 AC respondí sin pensarlo, quiero ir al tiempo de los faraones, llévenme a Egipto.

Y ahí se me "depositó" tras unas dunas donde sólo pasaba alguien que me regalaba una especie de corona que no era metálica ni de espinas, quizá de laureles? 

Me la ponía, sonreía y me acercaba al pueblo cercano (lamentablemente ninguna pirámide ni templo a la vista...) luego no recuerdo qué pasaba, hasta un punto en el que había alguien más de mi familia ahí y nos sentíamos incómodos porque no sólo no hablábamos el idioma, sino que llevábamos nuestra ropa de 2021 y eso producía desconfianza en la gente.

Desperté. 

En mi cabeza sonaba "La luz del río" de los Enanitos Verdes (1986) 

Supe enseguida que esta noche escribiría algo con dicho tema.   :)

Y respecto a mi aventura onírica, seguiré intentando escudriñar los secretos de las pirámides o lo que pasó hace 4 mil años, pero sólo en sueños. En la vigilia, me tomo la enseñanza del inconsciente de que intentar viajar en el tiempo, por atractivo que parezca, puede traer obstáculos insospechados, como por ejemplo no vestirte a la usanza, o hablar el lenguaje del lugar al que irás. Quisiéramos estar donde no estamos y cuando llegamos al lugar de nuestros sueños podemos encontrar formidables situaciones que nos enseñan a mejor valorar estar donde estamos. 

La vida es muy sabia: estoy aquí y no en otro espacio, circunstancia o tiempo por alguna razón, ¿no es así, querida Nerfertari?